28 de mayo de 1974: un grupo de hombres armados invade mi departamento. Comienzan a revolver cajones y closets –. Uno de ellos, más amable, me pide que los acompañe “solamente para aclarar algunas cosas”. El vecino ve todo esto y le avisa a mi familia, que se llena de desesperación. Todo el mundo sabía lo que Brasil estaba viviendo en ese momento, aunque no se publicara nada en los periódicos.Soy trasladado al DOPS , fichado y fotografiado.
El carro anda tal vez durante media hora. Deben estar eligiendo un lugar para ejecutarme –pero sigo sin sentir nada, estoy conforme con mi destino. El auto se detiene. Soy sacado de él y golpeado mientras camino por lo que parece ser un pasillo. Grito, pero sé que nadie me está escuchando, porque ellos también están gritando., dicen. Merece morir. Está luchando en contra de su país. Vas a morir despacio, pero antes vas a sufrir mucho.
Entiendo que, además de los golpes que no sé de dónde vienen , me van a dar toques eléctricos. Les digo que no necesitan hacer eso, que, que firmaré adonde me ordenen. Pero ellos no se contentan con eso. Entonces, desesperado, comienzo a arañarme la piel, a sacarme pedazos de mí mismo. Los torturadores deben asustarse cuando me ven cubierto de sangre; poco después me dejan en paz. Dicen que me puedo quitar la capucha cuando escuche que tocan a la puerta.
Ya no vuelven a interrogarme. Prisión solitaria. Un bello día, alguien arroja mi ropa en el suelo y me pide que me vista. Me visto y me pongo la capucha.. Dan vueltas por un tiempo que me parece infinito, hasta que se detienen -¿voy a morir ahora? Me ordenan que me quite la capucha y salga de la cajuela. Estoy en una plaza con niños, no sé en qué parte de Río.Voy a casa de mis padres., mi padre me dice que ya no debo salir a la calle.
Décadas después se abren los archivos de la dictadura, y mi biógrafo consigue todo el material. Le pregunto por qué me metieron preso: una denuncia, dice.Y es hacia esas décadas de plomo que el Presidente Jair Bolsonaro –después de mencionar en el Congreso a uno de los peores torturadores como su ídolo- está volviendo a conducir al país.
Obrigada Paulo Coelho por ter a coragem de reabrir a tua ferida. Infelizmente, ainda precisamos destampar os baús da ditadura.
ForaBol卐onaro BolsonaroEnvergonhaOBrasil BolsonaroFascista
Argentina Últimas Noticias, Argentina Titulares
Similar News:También puedes leer noticias similares a ésta que hemos recopilado de otras fuentes de noticias.
Fuente: Cronistacom - 🏆 16. / 50 Leer más »
Fuente: DiarioOle - 🏆 11. / 63 Leer más »
Fuente: Cronistacom - 🏆 16. / 50 Leer más »
Fuente: pagina12 - 🏆 4. / 92 Leer más »
Fuente: todonoticias - 🏆 2. / 96 Leer más »
Fuente: iProfesional - 🏆 1. / 97 Leer más »