Para entender el significado de los resultados de este estudio primero hay que entender qué implica tener un grupo sanguíneo determinado. Foto: Raquel Manzanares, EFE
Pues bien, para cada gen tenemos dos alelos, uno procedente de nuestra madre y el otro de nuestro padre. En este caso, quienes tengan alelo A pueden ser del grupo A o AB dependiendo de lo que exprese el otro alelo. Y viceversa, quienes tengan el alelo B pueden ser del grupo B o AB. En este mismo estudio también se analizan otros genes que codifican proteínas que actúan en procesos metabólicos de lípidos y azúcares, pero sin relación con infecciones o procesos inmunitarios. Aunque los medios no se han hecho eco de ellos, seguramente porque establecer una posible relación entre la enfermedad y estos genes es muchísimo más complejo.
Otros intentos de vincular el grupo sanguíneo y el desarrollo de la COVID-19 tampoco han dado fruto. Algunos trabajos mostraron cierta predisposición del grupo A a una mayor severidad en poblaciones pequeñas. Sin embargo, estudios con poblaciones más extensas descartaron esa relación.