Contra todos los pronósticos, en la última cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai , 15 y 16 de septiembre en Samarcanda, Uzbekistán, el presidente Vladimir Putin de Rusia sufrió un fuerte revés al no recibir el respaldo del presidente chino, a su incursión bélica en Ucrania. Al contrario, ambos mandatarios fueron parcos y distantes, demandaron suspender acciones bélicas y la búsqueda de una solución.
Así pues Putin, que acudió a la cumbre con la esperanza de un frente común contra sus enemigos de occidente, encontró más bien los reclamos de los gobernantes de los dos países más poblados del mundo.