este martes estaba prácticamente cantado, mientras del lado republicano, la exgobernadora Nikki Haley perdió sorpresivamente ante"ningún candidato", el voto que promovió la dirigencia estatal del partido, leal a Donald Trump.
Casi dos horas después de cerradas las mesas, varios medios dieron por ganador al presidente, cuando se había escrutado menos del 20% de los votos. Aunque la ley establecía que debía haber primarias, no especificaba cómo el Partido Republicano asignaría al ganador los delegados, que son quienes durante las convenciones de los partidos proclaman oficialmente al candidato tanto demócrata como republicano para las presidenciales.
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