Todos somos responsables de incitar una cultura violenta: la consumimos en la música, películas, lecturas, charlas, fotos. No nos cuestionamos a quienes puede llegar el mensaje.
Policías y militares se pasean por aquí y por allá con armas largas, se ve normal este tipo de violencia, la que nos hace anhelar el poder de un arma para sentirnos seguros, poderosos. Ese anhelo lo transmitimos a los niños, para quienes jugar con artefactos bélicos, fingiendo a matar o ser
Hemos resumido esta noticia para que puedas leerla rápidamente. Si estás interesado en la noticia, puedes leer el texto completo aquí. Leer más: