La visita permitió a William y Kate convivir con jóvenes que son apoyados por esta caridad deportiva, y en un simpático despliegue el Príncipe hasta probó suerte con los guantes de box, mientras que Kate demostró su destreza en la petanca. Y es que como se sabe, los Gales tienen una fuerte vena deportiva, pero más allá de eso, lo de ellos es competir, y nunca son más divertidos sus eventos que cuando se tienen que enfrentar en alguna actividad.
Aunque a primera vista puede parecer que Kate lucía su habitual uniforme de trabajo, que cuando las temperaturas lo permiten, está compuesto de pantalones de vestir y alguna chaqueta en textura que pueda hacer contraste, en esta ocasión el blazer que llevaba no era uno cualquiera. A pesar de que se veía muy actual y en tendencia, la realidad es que se trata de un modelo Chanel de 1995 hecho en tweed que se vio por primera vez en pasarela en la modelo Claudia Schiffer.
Dejando que esta pieza hablara por sí misma, Kate combinó su clásico blazer con pantalones de vestir en azul marino de Roland Mouret, los zapatos de tacón cuadrado Gianvito Rossi modelo Piper 85, y como complementos, sus arracadas trenzadas de Spells of Love de solamente 60 libras esterlinas y el dije en un tono casi idéntico al de su chaqueta de Astley Clarke que tiene un precio de 160 libras esterlinas .
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