No se puede dejar pasar la oferta vegetal que llena de frescura la mesa. Para completar el cuadro al centro, un tabbouleh, una ensalada griega y,La barra de conchas y pescados llama la atención aunque no es lo mejor del lugar: aquí venimos por los asados y los sabores profundos a especias del Medio Oriente que se cuelan en la propuesta gastronómica.
El souvlaki es el platillo callejero que se encuentra en cada esquina por Atenas y consiste en una especie de brocheta que se pone en las brasas y se envuelve en un pan pita con varios condimentos. Ennéa lo sirve con cordero, cuyas notas complementan la frescura de las ensaladas y se coronan en el Olimpo con unas gotitas de tzatziki.
Sin duda, uno de los mejores platos es el último en llegar a la mesa. Un orzo -aquella pasta corta que simula los granos de arroz- cocinado con chipirones y aromatizado con azafrán es un homenaje al placer. Cada bocado, una felicidad distinta. Ennea apenas abrió sus puertas y habrá que esperar a ver cómo evoluciona y logra la estabilidad. Con áreas de oportunidad en la coctelería y el acomodo de los espacios, es un sitio que bien podría convertirse en el epicentro mediterráneo de la zona.