Entonces regresas a tu oficina después de medio año y tu primera sensación es muy contradictoria. Por un lado, te entristece saber que de las más de cien personas que trabajaban en esa empresa de marketing, ahora apenas son veinte los empleados. Te duele, también, que hayan cerrado las oficinas que tenían en la colonia Del Valle y en el barrio de La Florida, y que ahora debas moverte hasta Vallejo. Por el otro lado, volver al trabajo te pone contenta.
Situación que Mario, un vendedor de pan y café, uno que tiene su triciclo estacionado frente al puesto de la señora Paty, también pronosticó que mejoraría ahora que el gobierno de Ciudad de México ha permitido que regresen a trabajar en oficinas entre 200 mil y 500 mil personas. “Se ha visto más gente, más movimiento, pero la gente no trae dinero”, se queja.—Poco a poco irá mejorando...—Más bien irá empeorando.
Y esos mismos pendejos que se quejan de su casa, serán los mismos en quejarse dentro de unos meses que fue un error regresar a la oficina. Puro pendejo!!!