En 2017, el atletismo mexicano vivió un momento surrealista, cuando el marchista Éder Sánchez recibió su merecida medalla de plata de los Campeonatos Mundiales de Atletismo… ocho años después de la competencia.Pero, ¿a qué se debió esto? La respuesta recae en uno de los grandes problemas que han atormentado al deporte ruso y que incluso tienen en Ícarus un documental crudo y perseguido: el doping.
“Sí me afectó, porque pude aspirar a una mejor beca, a un mejor apoyo por parte de FODEPAR, para continuar mi carrera, pero ya no se dio; y por la parte histórica, también se te queda de que fuiste medallista de bronce, cuando ya fuiste plata.