” reza el rótulo sobre la foto de un hombre barbado que se lleva el dedo índice de una velludísima mano derecha a los labios ordenando el silencio. En algún momento de mi infancia me explicaron que el respeto no se impone ni se exige, se gana.
ctxt_es Las personas merecen respeto; las creencias, no. Y que tomen la ciudad durante una semana entera con sus muñecos y sus rituales tétricos, menos.
ctxt_es Si crees también
Hemos resumido esta noticia para que puedas leerla rápidamente. Si estás interesado en la noticia, puedes leer el texto completo aquí. Leer más: