historiador y futuro senador por la Entesa dels Catalans en 1977, y como director, Alexandre Cirici Pellicer, crítico de arte y publicista.
Si Escobar aportaba los dibujos e incluso novedades en los sistemas técnicos de animación, Cirici Pellicer proporcionó su sapiencia artística, “que queda reflejada en todos los fondos y los edificios, inspirados en el Renacimiento”, apunta Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Catalunya.
Mientras, Escobar creó en 1953 unos cursos por correspondencia para aprender a dibujar, y se centró en los tebeos y en el teatro. Ahí enraizó su leyenda, pero nunca más volvió al cine como creador.habría muerto ahí, en el almacén de la Filmoteca de Catalunya, si no fuera porque por su valor histórico y artístico se inició su restauración en 2004.