ha sido quien ha desvelado los entresijos de la charla que recibieron en el vestuario y cómo les cambió ver la actitud de su entrenador.. Estamos acostumbrados a muchas broncas de nuestro entrenador cuando nos lo merecemos. Fuimos al vestuario con un poco de bajón y de dudas, el lenguaje del cuerpo no estaba como debería estar, muy tocado.
Yo y la mayoríaLa sorpresa llegó cuando entró Jasikevicius en el vestuario.", nos dijo que había que creer en tu compañero de al lado. Y que no tenía duda de que podíamos ganar el partido si teníamos paciencia. Esa tranquilidad y emoción nos dio un empujón.: "Saras parecía que era el único que confiaba en el equipo. Nos ha dado un grandísima charla en el descanso. A mí se me puso la piel de gallina.