22:51hPuede que a veces no estén en la primera fila, o que no sean muy conocidas, pero son piezas indispensables para muchos otros. Personas “normales” que no tienen nada de normal. Que hacen lo extraordinario, mejorando la vida al resto y dejando una huella a su paso. También un gran vacío cuando se marchan, como el que este jueves sentían quienes conocían a Alicia Gómez Benítez.
“Para mí, ella era el ejemplo de abogadas comprometidas con la defensa de los derechos de los trabajadores. Juristas muy brillantes que pusieron su conocimiento y experiencia al servicio de los trabajadores y de las ideas que defendían”, sostiene Mari Luz Rodríguez, catedrática de Derecho del Trabajo por la Universidad de Castilla-La Mancha. “Brillantes jurídicamente y coherentes ideológicamente”, enfatiza.
Combatía causas laborales complejas, en las que en muchas ocasiones hacía uso de su imaginación, arriesgaba, para buscar nuevas salidas e interpretaciones a la norma, sin un paracaídas de la jurisprudencia a las espaldas. “Eso les cuesta mucho a los abogados, que no quieren quedar mal ante un juez o perder un caso, pero el compromiso de Alicia le hacía tirar para delante, buscar alternativas, no dejar de pelear”, dice un trabajador defendido por la laboralista.
DEP
Yolanda_Diaz_ Que la tierra te sea leve
laura_olias Un artículo con afecto y profesionalidad. Gracias