'¡TOC, TOC! Sé que no soy vuestra primera opción, pero aquí estoy’. Esto fue lo que les dije cuando me ofrecí para el puesto. No fui valiente, simplemente creo que, si no lo intentas, nunca te pasará nada. Además, llega un momento en la vida en la que empiezas a pensar que te mereces las cosas. Por lo que a mí respecta ya tenía mi marca, así que me propuse hacer realidad mi sueño de niño: ser el perfumista de la maison Dior”.
“Poison ayudó a construir mi filosofía como perfumista, que consiste básicamente en que cada fragancia debe dejar un rastro imperecedero y tener un aroma distintivo. Son dos características fundamentales para mí”, desvela este apasionado del arte que, cuando se encuentra bajo de ánimo, entra en un museo. “Aunque sea media hora. O me pongo el Canal Arte”. Su primera creación para Dior, J’Adore L’Or, se inspira de hecho en una obra de Damien Hirst, Cherry Blossoms. “Verla fue crucial.