Con la muerte de Fernando Sánchez Dragó perdí el último lazo que me unía a los tiempos aquellos en los que publiqué mi primera novela. Fue el autor que más me ayudó en mi carrera literaria ; la persona que ejerció de comadrona en el parto de muchas de mis novelas, siempre abriéndome puertas, siempre regalándome aplausos y flores a manos llenas; siempre cercano. No ha habido autor que me haya tratado con más cariño que él.
Por todo ello no puedo dejar que pase el año sin tener unas palabras de recuerdo. Nos conocimos en un plató de Negro sobre Blanco, su programa de televisión. Fue gracias a su mujer, Beatriz Salama, que nos puso en contacto. Recuerdo que le llevé los dos volúmenes, atados con gomas, de su Gárgoris y Habidis, la obra que me cambió la vid
Fernando Sánchez Dragó Escritor Muerte Carrera Literaria