"Fue agridulce. Llegué muy ilusionado. Nos plantamos en la segunda vuelta siendo octavos y hablando de Europa. Pero de repente me pasó lo que nunca. Y es que estuve 12 jornadas sin ganar, como cuando llegamos al Elche. Le agradezco mucho al Getafe la oportunidad de haber crecido como entrenador, pero se estropeó"."Es un excelente entrenador. Lo ha demostrado. Consigue sacar mucho rendimiento a sus equipos. Son intensos y hay que ganarles porque nunca se rinden.
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