le obsesionaba el caso desde los 4 años, cuando sus familiares de Wisconsin, de visita en su casa, le contaban los escabrosos detalles de la historia. Sería su principal inspiración para su debut cinematográfico.en el Festival de Sitges. Se aproxima a la figura del conocido como el Carnicero de Plainfield desde el punto de vista humano, indagando en su retorcida psique y en su tormento interior sin caer en el morbo, pero de manera demasiado rudimentaria y apocada.
La producción, prácticamente artesanal, se convertiría en una de las más rentables de la historia del cine. Todo lo que ocurrió durante la financiación, distribución y el reparto de beneficios se merecería un artículo aparte.La gran mayoría de la historia acontece en el siniestro hogar de los caníbales y en sus alrededores.
El equipo pasó en aquel salón unas 27 horas seguidas de filmación con las ventanas cerradas y tapadas. El atrezzo –restos de animales, esqueletos, las salchichas de los platos, etc.– se pudría por el calor de los focos y el vestuario de los actores hedía tras llevarlo puesto durante semanas, ya que no disponían de cambio.