El incendio declarado la noche del pasado sábado en la Vall d'Ebo ha arrasado ya 9.500 hectáreas de superficie forestal y ha obligado al desalojo de 1.200 personas. Ante la propagación del fuego, los servicios de Emergencias han ordenado la evacuación de las localidades alicantinas de Tollos, Famorca, Facheca, Beniaia y la Vall d'Alcalà.
Precisamente, Puig ha visitado el puesto de mando desde el que se coordinan las tareas de extinción y ha agradecido la labor de todos los profesionales que trabajan en las mismas."Es uno de los incendios que nunca deberíamos conocer. Fue originado por un rayo y se está desarrollando con una dificultad que hace imposible que se pueda atajar con la velocidad que desearíamos", ha apuntado.
Igualmente, ha apuntado que no hay previsión de nuevos desalojos, salvo cambios en la dirección e intensidad del viento. Según indica la conselllera, entre los incendios de Vall d'Ebo y el de Les Useres hay 25 medios aéreos trabajando, algunos de ellos procedentes del Ministerio de Transición Ecológica o de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
Según ha dicho, la actividad se tiene que desplegar fundamentalmente a través del aire, pero los medios aéreos que trabajan no pueden ser demasiados porque en ocasiones, como ocurrió ayer, el humo dificulta la visibilidad. Por tanto, ha dicho, se ha de planificar el número necesario para que puedan trabajar de forma segura.