El entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, espera un Nápoles “valiente” en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones y pidió que el Estadio Olímpico Lluís Companys sea este martes “una olla a presión”, porque el equipo se encuentra “a un paso de volver a estar entre los ocho mejores de Europa”.“Espero un Nápoles valiente, que jugará desde atrás y que presionará alto.
Con la unión del barcelonismo, con el campo lleno, toca vivir otra noche mágica”, subrayó.Y es que el factor ambiental, según el entrenador del Barcelona, podría decantar una eliminatoria que está “al cincuenta por ciento” y que incluso se podría decidir en la tanda de penaltis.