La buena cosecha argentina de soja y cereales este año es un soplo de optimismo frente a la escasez mundial de granos que trajo la guerra en Ucrania y también una inyección de"agrodólares" para la golpeada economía del país sudamericano.
En los últimos 40 años, su producción se multiplicó 14 veces, y alcanzó el récord de 61 millones de toneladas en el periodo de 2014-2015. En la primera década de los años 2000, en pleno boom de las materias primas, ayudó a recuperar a Argentina de la grave crisis sufrida en 2001. Se estima que en 2022 las exportaciones agroindustriales alcanzarán el récord de US$41 mil millones, unos US$3 mil millones más que en 2021. Pero frente a un mercado internacional auspicioso"el único problema es que por la guerra se nos dispararon los precios de los insumos", dijo Semino.