Suenan los estertores del régimen colombiano, su estridencia se proyecta en los elevados niveles de represión, y en la brutal exhibición de crímenes de Estado, muchos de ellos presenciados por millones de seres humanos en todo el planeta.
Los representantes de la mafia capitalista, los Gaviria, Santos, Lleras, etc., y los representantes del capital mafioso, los Uribe, Char, Gneccos, etc., han confluido en función de salvar la cloaca del poder oligárquico. Es innegable que como lo sintetizara V.
No deja de ser sarcástico, que mientras organizaciones sociales y de DD. HH, solicitan la presencia de la CIDH para que investigue en terreno la masacre que vienen ejecutando la policía y los paramilitares durante el paro; al mismo tiempo 29 corporaciones del Consejo Gremial Nacional suplican la presencia de organismos internacionales para que verifiquen el daño de “los criminales bloqueos”.