La partida de ajedrez, el encuentro de estrategas, la batalla de pizarras se decidió por un chispazo
: la imprecisión de un Timo Werner negado de cara al gol. El alemán dispuso de dos en espacio de cinco minutos. Un remate al aire con todo a favor en la frontal del área chica; un disparo delante de Ederson que mandó al muñeco. Respondió el City con un mano a mano de Phil Foden que sacó 'in extremis' Rudiger. Y en el culmen de todo se lesionó Thiago Silva, consciente de que la fortuna le negaba otra oportunidad como el año pasado.
Y encima, su mejor arma en el césped, su prolongación, se fue lesionado con un ojo morado tras un choque con Rudiger. De Bruyne, entre lágrimas, desapareció por la puerta de atrás de la final. Abrazado a Guardiola y Lillo., más bronco, más parado. Lo que deseaba un Tuchel inquieto en la banda que miraba insistentemente al minutero y que rozó el infarto cuando Azpilicueta, perfecto, negó un pase de la muerte a Gündogan.
Pero no hubo milagro. Fueron los 'Blues' los que se rindieron al campo, con su segunda Champions en el bolsillo. Fue el City el que se marchó con las manos vacías y sin el proyecto culminado.0 - Manchester City: Ederson; Zinchenko, Dias, Stones, Walker; Gündogan, De Bruyne , Silva ; Sterling , Mahrez y Foden.