Al borde de las lágrimas, el tiktoker se presentó ante el juez para escuchar las acusaciones en su contra. En ese lugar fue que confesó que su esposa se quería divorciar, que lo había acusado de violencia intrafamiliar y que por ello había decidido marcharse del departamento, aunque con una llave de la vivienda que le había permitido entrar al domicilio en otras ocasiones sin que su exesposa se enterara.
Por su parte, en el relato del fiscal de distrito, Taren Brast, se expuso que Abulaban se encontraba viviendo en un hotel en Mission Beach luego de su separación y que en ese lugar fue que decidió hacer una copia de la llave del departamento de su exesposa e hija. Con ella, prosiguió el persecutor, fue que Ali pudo entrar el día del crimen a la vivienda, momento que habría aprovechado para destrozar algunas pertenencias del hogar y poner una aplicación de escucha en el iPad de su hija.
Horas más tarde, y luego de escuchar a Ana con otro hombre, fue que el imputado regresó al hogar, momento en el que le habría disparado a su exmujer y el amigo de ambos. Luego de ello, continuó Brast, Abulaban “llamó a su madre para confesar el crimen”.
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