Gustavo Petro lleva varios años protestando, con razón, por el hecho de que su movimiento político no cuente con la personería jurídica que lo acredita como partido. Dice que no tiene presentación que la Colombia Humana, una fuerza electoral que logró más de ocho millones de votos en las presidenciales y obtuvo varios escaños en el Congreso, no tenga acceso a los beneficios que el Estado les otorga a las partidos formalmente constituidos.
Aunque no puede negarse que la ausencia de personería pone a Petro en una desventaja frente a sus rivales en términos financieros, de visibilidad y estructura política, tampoco debe pasarse por alto que el hoy senador cuenta con una enorme ventaja competitiva, pues tiene como líder de su equipo de campaña al mejor y más poderoso jefe de debate de todos los tiempos: el presidente Iván Duque Márquez.
Con el fenómeno Petro, que a precios de hoy parece muy difícil de atajar, se juntaron el hambre y las ganas de comer. La izquierda ahora no solamente tiene un candidato inteligente, toreado en la arena política y con una aceptación sin precedentes entre las masas populares, sino que, además, cuenta con la ventaja de que la intención de voto a su favor sube como espuma cada vez que el presidente abre la boca.
Lo que está sucediendo es algo que tal vez hasta hace unos años nadie hubiera imaginado. ¿Quién iba a creer que el uribismo acabaría labrando el camino de su némesis hasta el Palacio de Nariño? Pero lo cierto, para dicha de algunos y pesar de otros, es que al hacer un breve recuento de las metidas de pata de Duque, lo difícil no es entender por qué Petro está subiendo en las encuestas, sino por qué no sube más.
Si Duque la sigue embarrando a tan acelerado ritmo, Petro no necesitará ni personería jurídica, ni afiches, ni buses ni plata. Si la dinámica se mantiene, lo único que el líder de la Colombia Humana tendrá que hacer para llegar a la silla de Bolívar será esperar pacientemente y, después, darle las gracias a Duque por semejante papayazo.
EEopinion Indignadísimos con contratos de Naty Bedoya, pero calladitos con los de la Carrascal y los de la Juvinao, que se mostraba como periodista independiente y le hacía prensa a Caicedo. Por mi, que todos trabajen, solo que lo hagan bien, y no se muestren como faros de moralidad.
EEopinion No es necesario 'desprestigiar' al gobierno, con cada cagada lo hacen ellos mismos. Nos iban a salvar del castrochavismo, y nos dejaron a semejante pendejo de IvanDuque, que nada tiene que envidiarle a NicolasMaduro. Misma mierda, diferente color.
Colombia Últimas Noticias, Colombia Titulares
Similar News:También puedes leer noticias similares a ésta que hemos recopilado de otras fuentes de noticias.
Fuente: RevistaSemana - 🏆 15. / 59 Leer más »
Fuente: ElUniversalCtg - 🏆 16. / 59 Leer más »