El empresario relató que en los comienzos de su negocio y cuando ya vestía a gente bien de la capital del país, intentó entrar a un círculo elitista al que solo tienen acceso algunos de los integrantes de las familias más importantes del país. Sin embargo, no lo dejaron.“Cuando uno no tiene nada no te tratan. Yo nunca he averiguado quiénes son mis ancestros para ser de la generación ‘tuvo’: mi abuelo tuvo, mi papá tuvo.
“Hoy en día me respetan y me miran y yo ando así de jean. Cuando llego y no saben quién soy, pues lo miran a uno como feo, pero cuando ya sabe uno quién es pues ahí cambia todo el mundo. Interés cuánto valés, decía mamá”, agregó. Hernández, que quedó huérfano desde muy niño, también contó algunos detalles de sus inicios y lo difícil que fue incursionar en las ventas y luego dedicarse a la industria del cuero, de la que hoy es uno de los líderes.