Ese ambiente de alegría y de paz que se vivió en las horas de la mañana, cuando alrededor de cincuenta mil personas marcharon desde diferentes puntos de la ciudad hacia el centro histórico, se convirtió después en verdaderas batallas campales.
“El socio estaba a mi lado, yo vi cuando ese desgraciado le lanzó eso, así sin agüero, no le importó apuntarnos y dispararnos”, gritó uno de los manifestantes que ayudó a evacuar al herido en una motocicleta. Es que las confrontaciones se registraron por los menos en cuatro puntos de la ciudad, más cuando varios encapuchados saquearon dos almacenes de cadena, estancos y cafeterías, obligando a la Policía a intervenir violentamente.En el parque Caldas también se presentaron enfrentamientos entre los policías y jóvenes encapuchados, quienes hicieron barricadas en algunas calles del sector para evitar los ataques de los uniformados.
Después de esto, y a raíz de la falta de control de la Policía, las personas empezaron a apoderarse de las motocicletas para sacarlas arrastradas del lugar y llevárselas, algunas, para sus casas. Otras fueron luego quemadas en las calles del sector.