estos hechos tenían lugar en su sede de Boleíta, en Caracas, y en una red de centros de detención encubiertos en todo el país.
“Nos parece muy preocupante, ya que creemos que forma parte de una escalada superior contra las organizaciones de derechos humanos y contra quienes hoy denuncian la política de represión del presidente Nicolás Maduro”, indicaron voceros de la ONG. Los servicios de inteligencia “han torturado o infligido malos tratos a detenidos –entre ellos políticos de la oposición, periodistas, manifestantes y defensores de los derechos humanos– principalmente en el centro de detención El Helicoide”, en la capital venezolana.
“Tanto el Sebin como la DGCIM hicieron uso de la violencia sexual y de género para torturar y humillar a sus detenidos”, añade.