El presidente francés, Emmanuel Macron, busca cómo reducir la ventaja del partido de Marine Le Pen en la campaña para las elecciones europeas de junio. ¿La fórmula? Colocar la guerra de Rusia en Ucrania en el centro de la campaña.
El Macron de 2024 es el mismo que tras la invasión rusa de 2022 mantuvo durante meses conversaciones telefónicas con Putin. No es el mismo que irritó a Ucrania ―y a los socios de la UE que durante la Guerra Fría vivieron bajo el yugo soviético— al proclamar: “No hay que humillar a Rusia, para que el día en que los combates cesen podamos construir un camino de salida por vías diplomáticas”. Ha cambiado.