Sus cambios de opiniones son frecuentes y suele sorprender hasta a sus funcionarios más cercanos. Pero el presidente Alberto Fernández arranca el nuevo año con un convencimiento: no puede postergar más un profundo cambio en el Poder Judicial.
En este contexto, entra en escena el gobernador Juan Schiaretti. Sus cuatro diputados son claves en cualquier intento reformista de la Justicia.En la Casa Rosada admiten que no será fácil convencer al gobernador cordobés, teniendo en cuenta que los schiarettistas ya rechazaron la reforma “administrativa” de la Justicia federal que impulsó el Presidente.
En silencio, Schiaretti acordó el financiamiento del déficit de la Caja de Jubilaciones, que se conoció el martes pasado. Las conversaciones fueron con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, un funcionario de inocultable influencia en el Poder Judicial. Aunque tienen estrategias diferentes. Alberto Fernández utilizará la vía de las propuestas de la comisión asesora. En un informe de casi mil páginas, ese cuerpo sugirió la creación de un tribunal intermedio que le saque causas a la Corte. Especialmente, las vinculadas con los presuntos casos de corrupción.