Ante un Felipe VI serio con cara de preocupado y que en ningún momento mostró signo alguno de complicidad o satisfacción porque España cuenta finalmente con un jefe de gobierno el presidente Pedro Sánchez prometió este viernes su cargo en el Palacio de la Zarzuela en Madrid.
“Prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del gobierno con lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado así como mantener el secreto de las deliberaciones del consejo de ministros y de ministras” dijo Sánchez.Cumplió así con las formalidades de una investidura tensa y tortuosa atravesada por protestas en calle y un indisimulable rechazo social e institucional a la amnistía que pactó con los independentistas catalanes a cambio de que apoyen su reelección.A buena parte de la sociedad española le está costando digerir esa amnistía. Desde hace casi dos semanas hay concentraciones nocturnas en las sedes del PSOE en varias ciudades. Las de Madrid son las más multitudinarias y violenta
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