“Ni siquiera lo toqué”, “estábamos jugando” o “era un chiste”, son las principales excusas que usan los niños, niñas y adolescentes a la hora de ser descubiertos haciendo. “Cuando explican la situación a través de diminutivos, están queriendo aliviar el hecho, porque dimensionaron que lo que están haciendo no corresponde”, describe María Zysman, directora de Libres de Bullying.
¿Cómo se puede diferenciar un verdadero “estábamos jugando” de un acto de bullying tapado por esa excusa?Prestar atención a la frecuencia de la situación y estar atentos a que roten los roles dentro del juego: “Ver si siempre es el mismo el que está atado en el árbol ya no es un juego”, ejemplifica la especialista.