Hacer la colada (y luego plancharla) es una tarea doméstica de la que no nos podemos librar en ninguna época del año, pero en invierno pude llegara ser una verdadera tortura. Tratar de secar sábanas, toallas y jerséis a tres grados bajo cero hace que terminemos tendiendo la ropa en el interior de casa con el riesgo de que proliferen los hongos, los ácaros. Además, el olor a humedad se instala entre nuestras paredes cuando la ropa se resiste a nuestros intentos de secado y permanece mojada durante horas. ¿Cuál es la solución más eficaz para evitar todos estos inconvenientes?
Realizar la tarea de lavar la ropa (y luego plancharla) es una responsabilidad doméstica que no podemos eludir en ningún momento del año, pero durante el invierno puede convertirse en una verdadera prueba de resistencia. El desafío de secar sábanas, toallas y jerséis a temperaturas bajas nos obliga a recurrir a tender la ropa en el interior de la casa, aumentando el riesgo de proliferación de hongos y ácaros. Además, el persistente olor a humedad impregna las paredes cuando la ropa se niega a secarse adecuadamente, quedando húmeda durante horas. ¿Cuál sería la solución más efectiva para evitar todos estos contratiempos?
Lo primero que a todos nos viene a la cabeza es la utilidad de la secadora, pero este electrodoméstico es costoso y ocupa tanto espacio como una lavadora con lo que hay hogares donde no cabe. A falta de secadora, utilizamos trucos imaginativos para tratar de acelerar el proceso de secado de las prendas una vez que “ya viven en nuestro salón”. Sabemos que, si se cuelga bien, la ropa se seca antes así que usamos las pinzas y separamos las prendas para que corra el aire. A veces, cuando necesitamos ponernos ese vaquero que nos queda tan bien y que todavía sigue húmedo usamos el secador de pelo para terminar el trabajo y, de paso podemos calentar la prenda antes de vestirnos con ella.
Si de verdad queremos conseguir que toda nuestra colada se seque más rápido y el olor a recién lavado aguante en las prendas, un tendedor eléctrico es una gran solución. Estos aparatos funcionan como los radiadores a la hora de secar la ropa, pero con la ventaja de que tienen mayor capacidad y eso permite que toda la colada esté lista rápidamente. Lo recomendable es seleccionar un modelo que sea funcional, soporte una cantidad adecuada de ropa y tenga un mínimo consumo eléctrico durante su tiempo de uso como este modelo de Cofan que cuesta menos de 92 euros en Amazon y además es plegable con lo que una vez recogida la ropa desaparece del salón.
Por qué nos gusta este tendedor eléctrico
Si dispones de una casa grande no tendrás que preocuparte por el tamaño del tendedero, pero si se trata de un piso reducido, entonces deberás pensar en espacio que este artículo ocupará mientras esté instalado y a razón de esto adquirir uno que se ajuste al tamaño de tu vivienda, este modelo es igual que los más populares, no ocupa más espacio del debido.
Está fabricado en aluminio y plástico de muy buena calidad y soporta bien la humedad, ya que las prendas mojadas o húmedas entran en contacto directo con las barras de secado, así como las altas temperaturas que genera este tipo de tendedero. Calienta tanto el centro como las alas con lo que aumenta la capacidad de secado.
Tiene una potencia de 220 W y no consume mucho. Además, mide 148 x 52,5 x 108 cm. con lo que puedes colgar prendas grandes sin que arrastren igual que haces con los habituales tendederos de casa.
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