El sábado 19 de abril de 2020, policías estatales de Guerrero abatieron a cuatro presuntos sicarios en el poblado de El Naranjo, municipio de Leonardo Bravo. Entre ese día y el domingo se registraron en la zona 13 muertes violentas y dos detenciones tras enfrentamientos entre supuestos grupos criminales y las autoridades, pero la corporación solo se atribuyó el fallecimiento de cuatro personas.
Los otros dos estados con mayores índices de muertos en choques entre policías y civiles son Veracruz y Zacatecas. El primero registró 112 muertos desde 2018, pero con 338 enfrentamientos en los que fallecieron 16 uniformados. Es decir, que sus agentes se enfrentaron a presuntos delincuentes una vez cada tres días y provocaron una baja cada nueve.
Otros, como Baja California o Yucatán, se limitaron a no responder. Algunos, como Quintana Roo o Guanajuato, aseguraron no tener datos mientras que en Tamaulipas, la secretaría de Seguridad Ciudadana aseguró no ser “competente” para ofrecer información sobre los enfrentamientos de sus agentes y las bajas causadas por estos.
Entre Guerrero, Veracruz y Zacatecas acumulan 272 muertes de presuntos atacantes, lo que supone más de la mitad de los estados que ofrecieron sus datos. Esta proporción es más baja si nos referimos a los agentes asesinados: 64 de los 210 registrados murieron en estos tres estados.
GilRodriguez justicia
Similar News:También puedes leer noticias similares a ésta que hemos recopilado de otras fuentes de noticias.