El Barcelona ha derrochado millones de euros para traer refuerzos como Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha, pero a alguien que ya tienen en el club como Frenkie de Jong le han advertido que la renovación firmada en la época de Josep María Bartomeu tiene "tintes ilegales" y amenazan con anularle ese vínculo.
Esta noticia fue reportada en primera instancia por el reconocido insider David Ornstein del medio The Athletic, quien afirma "de muy buenas fuentes" que la actual junta directiva encabezada por Joan Laporta ha advertido a De Jong que procederían legalmente para anular la extensión de contrato que aceptó en octubre del 2020, otro acto de presión contra el neerlandés para que salga del club y, con el ahorro salarial, poder inscribir a sus fichajes en LaLiga.
El mismo medio afirma que Laporta le escribió a De Jong el 15 de julio para informarle de las supuestas irregularidades encontradas en su vínculo y que se reservaban el derecho de actuar conforme a los intereses de la institución.
No solo eso, las firmas de otros tres jugadores como Marc-André ter Stegen, Gerard Piqué y Clement Lenglet (actualmente en el Tottenham a préstamo) son investigadas en la cúpula barcelonista porque estos acuerdos caen, según los servicios jurídicos del club, en indicios de un delito de administración desleal de la anterior junta directiva.
Los contratos 'ilegales' en Barcelona
Según la directiva comandada por Bartomeu, estas cuatro renovaciones supusieron un ahorro salarial de entre 16 y 18 millones de euros, unos 30 millones contando amortizaciones. Sin embargo, el Barça estima que esas fichas "absolutamente desorbitadas y fuera de mercado" que estos cuatros jugadores cobran con la ampliación contractual suponen un sobrecoste salarial para las arcas del club de 311 millones de euros.
El 20 de octubre de 2020, Bartomeu renovó a Piqué hasta 2024, a Ter Stegen hasta 2025, y a Lenglet y De Jong hasta 2026. Los cuatros futbolistas implicados aceptaron rebajarse el sueldo esa Temporada 2020-21 a cambio de renovar al alza sus respectivos contratos, mismos que ya están en vigor y que son los que Laporta quiere anular.
El objetivo de la entidad azulgrana, de acuerdo a información de la agencia EFE, es que estos contratos queden sin efecto y que los jugadores acepten las condiciones en las que estaban antes de firmar estas renovaciones.
