La Navidad es la época del año que muchos identifican con momentos felices en la que vuelven a ver a la familia y los amigos; en la que se producen reencuentros muy esperados y en la que compartiremos horas y horas de comidas y cenas en las que, como es tradición, nos reuniremos con los seres queridos. Otros, en cambio, buscan consejos para no pelear con la familia en Navidad porque presienten que las citas festivas pueden terminar estallando por algún lado. Vamos, que la tensión se masca en el ambiente.

Y es que esas largas horas en la mesa pueden ser muy agradables por esos reencuentros o pueden resultar los momentos más tensos o tediosos del año. El doctor Leonard Felder, un psicólogo de Los Ángeles, descubrió que al menos tres cuartas partes de nosotros tenemos un miembro de la familia que nos molesta. Pero ¿cómo no pelear con la familia en Navidad si es precisamente cuando tienes que estar sí o sí con esa persona?

Cuando llegan estas fechas, a menudo intentamos evitar el conflicto para no chocar con esos miembros de la familia con los que no nos entendemos, con los que las diferencias ideológicas y religiosas son brutales (¿es cierto eso de 'prohibido hablar de política y religión'?) y con los que se mantienen heridas sin curar.

Pero hay que entender que el enfado y el conflicto es algo que forma parte de las relaciones más estrechas. Así que si nos resistimos a un poco de tensión saludable lo más probable es que acabemos manteniendo relaciones poco maduras (e incluso relaciones tóxicas) con ese miembro de la familia con el que nos llevamos mal.

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¿Por qué discutimos con la familia en Navidad?

Hay varias teorías que explican por qué suceden estas peleas familiares. Una de ellas ha sido desarrollada por Sigmund Freud, y la bautizó como 'el narcisismo de las pequeñas cosas': es decir, que personas que se parecen mucho entre sí se obcecan con resaltar justo las pequeñas cosas que les separan.

Otra causa que han detectado los psicólogos son los llamados 'alérgenos sociales': "cosas pequeñas que al principio no provocan una gran reacción, pero que pueden provocar explosiones emocionales con una exposición repetida", explican Joe Palca y Flora Lichtman en 'Annoying: The Science of What Bugs Us' [traducible por 'Molesto. La ciencia de lo que nos molesta']. Es el caso del familiar que un año cuenta una anécdota y resulta divertida, pero que luego año tras año la vuelve a contar y entonces resulta cargante hasta que alguien explota y se monta el cirio.

Otra explicación psicológica viene de las personalidades pasivas-agresivas, esas que evitan poner la mesa "por no meterse en líos" o seguir los consejos de los padres "porque son indeseados". Al resto de los invitados acaba resultando un comportamiento muy enojoso.

Y luego, hay una teoría más que señala que las rivalidades entre hermanos no se detienen en la infancia: el conflicto y la rivalidad prosigue si ya no viven juntos. Los psicólogos encontraron más tensiones entre los hermanos que eran cercanos en edad y del mismo sexo.

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12 consejos para no pelear con la familia en Navidad

Teniendo todo esto en cuenta, ¿qué podemos hacer para lograr empezar 2024 teniendo -literalmente- la fiesta en paz? Pues seguir estos 12 consejos para no pelear con la familia en Navidad. Sencillos y efectivos.

1- No te crees falsas ilusiones

No pienses que va a ser una cena de película, unas Navidades perfectas y que todo va a ser maravilloso. Las perfecciones solo provocan estrés para todos así que baja las expectativas y deja que suceda lo que tenga que suceder, con naturalidad.

2- Céntrate en la ocasión

Perdidos en que esté rico el menú de Navidad, los regalos que vamos a abrir en unas horas, si nos hemos gastado mucho o poco, etc, hemos pasado varios días olvidando el sentido de la Navidad. Sí, esto puede sonar un poco cursi, pero puede ayudar a evitar las peleas si nos centramos en el sentido de la fiesta que estamos viviendo, en la oportunidad de estar juntos y en maximizar la importancia de las vacaciones en sí.

3- Aceptación

El tercer consejo para no pelear con la familia en Navidad es simple: asúmelo, no nos queda otra que aceptar. Si tu padre se trae a su nueva novia o tu hermano aparece con una pareja que te resulta insoportable no es necesario hacerlo notar en la hora de la cena. Declara la mesa libre de dramas durante un tiempo, practica la aceptación.

4- Cuidadito con el alcohol

Que si una cerveza de aperitivo, que si luego los vinos con la comida, que el brindis por juntarnos toda la familia, que venga las copas al final en la sobremesa... y se lía. Es un consejo para no pelear con la familia complicado en estas fiestas, pero intenta no beber más de la cuenta, porque con el alcohol todo se calienta y se dicen cosas que no se quieren. Mejor no 'darle la cena' a nadie y optar por la moderación.

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5- Declara la tregua

¿Hay un problema familiar vigente? Pues no es el momento de sacarlo en la comida o la cena. Evítalo o, mejor aún, intenta resolverlo antes de juntarlo todos. ¿Por qué no perdonar de una vez ese dichoso lío que os enreda desde hace años? Quizás el mejor regalo de Navidad es solucionarlo, si es posible.

6- Esos locos bajitos

Los más pequeños de la casa tienen derecho a vivir al máximo la Navidad que, a fin de cuentas, son los que disfrutan la fiesta con más intensidad e ilusión. Céntrate en ellos, ponles en lugares estratégicos separando a las personas entre las que pueda haber más enfrentamientos (no tengas reparos en usarles de escudos humanos, es por un buen fin) e intenta guardar las malas lenguas.

7- Tu mejor amigo

Y hablando de escudos humanos... si las cosas están realmente complicadas y tienes un amigo que te debe un gran favor, ¿por qué no le invitas a cenar? Obligará a que el resto se comporten lo mejor posible, aunque sea por aparentar.

8- Cantar juntos

Vale, a priori te parecerá una idea estúpida y seguro que el 'grinch' de la familia reniega de ello, pero quien canta su mal espanta: si empezáis a cantar villancicos o si enchufáis el karaoke, o si repasáis los éxitos del año, seguro que comenzaréis a reíros y desaparecerán los malos rollos. Lo que no consiga la música...

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9- Los temas que debemos evitar

Es un clásico, pero conviene tenerlo en cuenta. Sentémonos a la mesa sabiendo que no se debería hablar de ciertos temas 'delicados', como la religión, el sexo, la política, el ejército, los equipos de fútbol... Lo que podría ser un interesante tema de conversación puede acabarse convirtiendo en una auténtica bomba de relojería (y más si sabes que enfrente tienes una persona ideológicamente opuesta a ti). También evita hablar de temas laborales; se trata de desconectar del trabajo un poco esa noche.

10- Echarse unas risas

La música tiene efectos extraordinarios y también lo tiene el humor. Y no nos referimos al chiste malo del cuñadísimo o a la broma reiterada año tras año de tu tío, sino a que si ya la situación tensa ha llegado, intenta resolverla con buen humor, intentándole poner una sonrisa y separando a ambas partes con la mejor de tus caras (y de tus risas si es necesario).

11- Ante personas tóxicas: el arte del contacto cero

Ya no es que no sea "santo de tu devoción", es que ¿es una persona tóxica para ti? Entre otras claves, Silvia Congost, psicóloga especializada en autoestima, relaciones y dependencia emocional, nos recomienda el contacto cero.

"Céntrate en que lo mejor es hacer 'contacto cero', aunque esté en la misma habitación, es decir, no hacerle caso ni tomarte nada de lo que diga o haga como personal. No se trata de que si te pregunta algo no le respondas o mires hacia el otro lado, pero sí de que intentes mantener distancia a todos niveles" apunta la experta.

12- Ser consciente de lo que tienes

Nos volvemos a poner cursis para cerrar estos consejos para no pelear con la familia en Navidad, para recordar la suerte que tenemos de la familia que nos rodea, así que... ¿para qué pelear? ¿Por qué aprovechar los únicos días en los que cenamos juntos y nos reencontramos en discutir? Es absurdo. Mucha gente pasará estas noches sola y debemos ser consciente del abrigo que nos proporciona nuestra familia (aunque no siempre sea perfecta).