La reina de Inglaterra fue bendecida a lo largo de su vida con unos cuantos hijos, nietos y bisnietos. Si bien cabría pensar que resulta difícil seguirle la pista a una dinastía en constante crecimiento (a la que la pequeña Sienna, hija de Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi, ha sido la última en unirse), la monarca fallecida el pasado 8 de septiembre, era célebre por la cercana relación que mantenía con sus numerosos descendientes.
Se dice que uno de los favoritos de Isabel II no era otro que James, el flamante nuevo conde de Wessex y el menor de sus nietos. Se trata del segundo y último hijo del príncipe Eduardo, y tanto él (de 14 años de edad) como su hermana mayor, lady Louise Windsor (que cumplió la mayoría de edad el 8 de noviembre de 2021), nacieron unos cuantos años después que sus primos, cuyas edades se comprenden entre los 32 años de Eugenia de York y los 44 de Peter Phillips.
James, antes conocido como el vizconde de Severn, heredó a comienzos de este año el título de su padre, que a su vez ha pasado a ser el nuevo duque de Edimburgo. Un ducado que no es hereditario, lo que significa que no será automáticamente suyo una vez fallezca su padre.
James nació el 17 de diciembre de 2007 tras un parto con cesárea en el hospital de Frimley Park, y cuatro días después sus padres hicieron público su nombre completo: James Alexander Philip Theo. Según la BBC, Eduardo describía al recién nacido como "muy mono y mimoso". Al ser hijo menor y único varón del príncipe Eduardo y Sofía de Wessex, ocupa el 14º puesto en la línea de sucesión al trono británico.
No obstante, en el momento de su nacimiento era el octavo en la línea de sucesión, por delante de su hermana mayor, lady Louise. La nueva Ley de Sucesión al Trono Británico, en vigor desde 2015, implica que la descendencia masculina ya no tiene prioridad sobre la femenina en la familia real británica, pero se aprobó en 2013 y únicamente se aplica a los nacidos después del 28 de octubre de 2011. Es por ello que James sigue estando por delante de Louise, situación que tampoco se modificó cuando su prima Zara Tindall dio a luz a Lucas, su tercer bebé. Eso se debe a que Zara es hija de la princesa Ana, que, pese a ser mayor que Eduardo, también nació antes de su entrada en vigor.
Bautizaron a James en la capilla privada del castillo de Windsor en abril de 2008. Aquel día se convirtió en el primer bebé de la realeza en llevar una nueva réplica del vestido de bautizo que se remonta al que se utilizó en 1840 en el bautizo de la hija mayor de la reina Victoria y el príncipe Alberto, también llamada Victoria. Se conserva la pieza original de 1800 y la mayoría de los bebés nacidos en el seno de la realeza británica han sido bautizados con la réplica después de que la utilizasen con James.
El anterior título de James, uno de los títulos subsidiarios de su padre, era un guiño a las raíces galesas de su madre, de ahí la alusión al río Severn. Pese a que lo habitual es asignar el estatus de príncipe y el título de alteza real a todos los hijos de los hijos de un monarca, desde el palacio de Buckingham se anunció en 1999, con motivo del matrimonio de Eduardo y Sofía, que los títulos de sus hijos serían los propios de los hijos de un conde (o duque, desde hace unas semanas), en lugar de poseer el estatus de príncipe o princesa. En 2020, Sofía de Wessex lo explicó a sí en el Sunday Times: “Intentamos inculcarles la idea de que lo más probable es que tengan que trabajar para ganarse la vida, de ahí que hayamos tomado la decisión de no utilizar los títulos de su alteza real. Son suyos y pueden decidir usarlos a partir de los 18 años, pero es muy poco probable que lo hagan".
Curiosamente, tanto lady Louise como James tienen sendos lagos a su nombre en Canadá, un honor que les concedió en 2008 el vicegobernador de Manitoba cuando su padre visitó dicha provincia canadiense. El Vancouver Sun informó en su momento de que el entonces gobernador de Manitoba, Gary Doer, había "entregado al príncipe un par de documentos enmarcados en los que se notificaba que dos lagos al noroeste de la región llevarían el nombre de sus dos hijos, Louise, de cuatro años de edad, y James, de cinco meses".
James vive con sus padres y su hermana mayor en la residencia familiar de Bagshot Park, en Surrey, situada a 11 millas de Windsor, muy cerca del castillo de Windsor, donde Isabel II fue enterrada enterrada. James ha repartido su educación entre la Eagle House School y la St George’s School Windsor Castle, dos escuelas primarias privadas mixtas e independientes cercanas a la vivienda familiar.
Antes de su última aparición en la misa de Pascua, pudimos ver a James en el funeral de su querida abuela, Isabel II. Y si bien es cierto James no hace apenas apariciones públicas oficiales, tanto él como Louise participaron en su primer compromiso en el extranjero en abril de 2015, con apenas siete y once años, respectivamente. Los dos hermanos acompañaron a sus padres en una visita a la Fundación Ubunye en Grahamstown, Sudáfrica, una organización sin ánimo de lucro de la que su madre es patrona. Esto declaró su madre en aquel primer viaje oficial de los pequeños: "Es muy importante que mis hijos vean de manera inmediata, desde el primer instante en que ponen el pie en Sudáfrica, que esto va mucho más allá de animales maravillosos y hermosos paisajes y que hay una enorme necesidad de apoyar, proteger y nutrir a las comunidades que viven cerca y dentro de estos entornos tan hermosos".
En 2020, James se unió a su familia para echar una mano en la Gran Limpieza de Playas de la Sociedad Británica de Conservación Marina. Más recientemente, el adolescente estuvo presente en varias de las celebraciones en el marco del Jubileo de Platino, además de haber sido fotografiado junto a sus padres y su hermana en los Juegos de la Commonwealth, celebrados en Birmingham. Y tras la muerte de Isabell II lo hemos visto junto a sus siete primos en la Vigilia de los Príncipes en Westminster Hall así como en la abadía de Westminster durante los funerales de Estado de la reina Isabel. La madre de James en su día ya había comentado que a sus hijos "no les gustan las redes sociales", pero lo matizó afirmando que cree que "es importante que las entiendan y que nosotros les demos las herramientas necesarias para saber navegarlas con éxito".
También se comenta que el nieto menor de la reina es toda una sensación durante las vacaciones veraniegas de la familia en Balmoral, donde participa con entusiasmo en todas las actividades al aire libre. En 2019, el diario The Sun citó a una fuente perteneciente a la realeza que afirmaba que al joven vizconde "se le da bastante bien voltear hamburguesas y le gusta implicarse siempre que hay barbacoa familiar en Balmoral". Y al parecer, también impresionó a los guardabosques de la finca de su abuela con sus aptitudes para la pesca del salmón.
La misma fuente dio más detalles al respecto: "Su entusiasmo hacia la pesca con mosca fue muy celebrado por su majestad, ya que se trata de un deporte muy querido por la bisabuela de James, la difunta reina madre. James pasaba todo el tiempo que le resultaba posible en el río Dee, con sus botas de pescador hasta las axilas. A su madre, Sofía, que también es una entusiasta de la pesca, le gustaba mucho acompañarle. Los ghillies [guardabosques] de Balmoral estaban muy impresionados con ambos. Eduardo no es tan aficionado porque no es tan paciente, algo indispensable cuando se pesca salmón, incluso en el Dee, donde abundan".
Queda claro que James es un chaval entusiasta y jovial muy querido por su familia, y tampoco cabe duda de su capacidad para ponerse manos a la obra e involucrarse siempre que sea necesario, algo que le será muy útil en los años venideros.
Artículo original publicado por Tatler, traducido, adaptado y actualizado. Accede al original aquí.
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