La ficción aventura a veces escenarios que llamamos utopías, ucronías o simplemente relatos que nunca podrán ocurrir por disparatados (delirios de guionistas). ¿Quién podría imaginar que un cómico ucraniano interpretara en una serie a un hombre normal que acaba siendo el presidente del país y que luego ese mismo actor acabara (en la realidad) siendo presidente de su país y tuviera que vérselas con la invasión rusa de su territorio?
Del mismo modo, ¿quién puede imaginar que Rusia invada Noruega ante la falta de recursos para asegurarse el acceso a la explotación del petróleo y el gas de la región? Esto último lo narra la serie Occupied y no ha ocurrido... de momento. Porque la realidad nos cuenta que el Kremlin ha advertido esta semana a Noruega por el "bloqueo a la entrega de bienes" en el archipiélago de Svalbard.
3.000 personas en el doble de superficie que Bélgica
Se trata de un archipiélago situado en el mar Glacial Ártico, con el doble de superficie que Bélgica y que es parte del Reino de Noruega. Aunque son un grupo de islas, solamente tres de ellas están habitadas: Spitsbergen, isla del Oso (Bjørnøya) y Hopen. Aquí uno se mueve en barco, avión, helicóptero o motonieve: no hay carreteras.
Rusia ha protestado por las "restricciones" al transporte que sufren en la frontera común desde abril
Aquí apenas viven 3.000 personas (eso sí, de más de 40 nacionalidades). La mayor población es Longyearbyen. Lugar de especies emblemáticas del Ártico como la beluga, el oso polar y la morsa, si por algo se conoce a Svalbard es porque aquí se ubica el Banco Mundial de Semillas, en la isla de Spitsbergen, cerca de Longyearbyen.
Decimos que la noticia está en que Rusia ha protestado por la "inaceptable situación" derivada del "bloqueo a la entrega de bienes" a Svalbard por parte de las autoridades noruegas. Los rusos convocaron este miércoles a la encargada de negocios de Noruega en Moscú para protestar por las "restricciones" al transporte ruso en la frontera común que sufren desde abril. Aseguran que Oslo ha bloqueado el paso de "bienes críticos" para el funcionamiento del consulado ruso en Svalbard.
Un tratado de 1920 abrió la puerta a Rusia
Pero, ¿cómo es posible que si el archipiélago de Svalvard sea noruego, los rusos puedan estar allí asentados y puedan mandar y recibir mercancias? No estamos en un sitio cualquiera, al menos desde 1920.
Ese año se firmó el Tratado de Svalbard. El documento, que firmaron un gran número de Estados, de los que hoy existen 46 (más de 20 de la Unión Europea), reconocía la soberanía noruega sobre el archipiélago. Pero el texto otorgaba a todos los firmantes un acceso equitativo y no discriminatorio a los recursos de las aguas que rodean Svalbard. Por eso aquí vive tan poca gente pero de tantas nacionalidades.
Rusia lleva años extrayendo carbón de Barentsburg: allí habitan casi 400 rusos y ucranianos del Donbass
El problema en el año 2022 del siglo XXI es que Rusia fue uno de los firmantes del Tratado de Svalbard. En aplicación del mismo, Rusia lleva años extrayendo carbón de las islas habitadas del archipiélago. Por eso Moscú ha podido acusar a Noruega de estar bloqueando su tránsito de mercancías.
En concreto, la presencia rusa se hace evidente en el pueblo de Barentsburg. Allí habitan algo menos de 400 rusos y ucranianos del Donbás. Explotan una mina de carbón. Allí también se levanta todavía una estatua de los tiempos soviéticos, con el lema "Nuestro objetivo: el comunismo".
Noruega bloquea como Lituania en Kaliningrado
El cónsul de Rusia en el archipiélago ártico acusa a Noruega de haber bloqueado 20 toneladas de mercancías, entre ellas siete de productos alimentarios y el resto piezas de recambio y equipamientos esenciales para el invierno. El Kremlin asegura que Oslo bloquea las mercancías en aplicación de sanciones europeas adoptadas contra Rusia por su ofensiva de Ucrania.
Estaríamos ante un conflicto parecido al de Kaliningrado, ese pedazo de Rusia situado entre Lituania y Polonia (dos países de la UE y de la OTAN), pero separado del resto del país de Putin. Moscú ha amenazado a Lituania por el bloqueo parcial de esta parte de Rusia. Las autoridades lituanas han restringido el tránsito ferroviario a través de su territorio en dirección a Kaliningrado, como parte de las sanciones por invadir Ucrania.
Rusia lleva intentando tener voz en la gestión de Svalbard desde la Segunda Guerra Mundial
Claro que ya antes de esta situación y del contexto bélico creado por Putin, el Kremlin ya había dado muestras de que quería tener voz en la gestión de Svalbard. Ya lo hicieron tras la Segunda Guerra Mundial. Y desde entonces, de manera regular, Rusia acusa a Noruega de violar alguna disposición del tratado.
Por ejemplo, cualquier escala de una fragata noruega o visita de parlamentarios de la OTAN da lugar a una protesta rusa. Y en realidad es cierto que el Tratado de Svalbard establece que el archipiélago es un espacio desmilitarizado.
Rusia dice que su mayor implicación en la zona tiene una base histórica: llevan pescando en estas aguas desde el siglo XVI. Pero su interés es otro. "Los rusos quieren evitar una situación en que otros puedan usar el lugar con fines ofensivos", asegura Arild Moe, investigador del Instituto Fridtjof Nansen en Oslo, en declaraciones a AFP.
Su lejanía de Noruega continental y su estatus jurídico particular hacen a Svalbard política y militarmente vulnerable al aventurismo ruso"
Así que sí parece adecuado llamar a Svalbard talón de Aquiles de la OTAN. La expresión es de James Wither, profesor del Centro Europeo de Estudios de Seguridad George C. Marshall. Este exmilitar ha escrito que el archipiélago es "el talón de Aquiles de la OTAN en el Ártico" porque su "lejanía de Noruega continental y su estatus jurídico particular lo hacen política y militarmente vulnerable al aventurismo ruso". En su opinión, el peligro de una confrontación militar directa "es escaso”, pero Rusia podría intentar algo para "neutralizar a la OTAN".
Para acabar, cerramos el círculo acudiendo de nuevo a la ficción. En la última temporada de Borgen, la carrera de Birgitte Nyborg, ahora ministra de Exteriores, peligra cuando la pugna por el petróleo de Groenlandia (una parte del mundo gestionada por Dinamarca) amenaza con convertirse en una crisis internacional. Y esa pugna, en la serie, incluye a China y a EE UU. Pero es sólo ficción... de momento.
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