Cuando hace más de 10 años la modelo Eugenia Silva me contó durante una entrevista que su mejor truco para hidratar el pelo y tenerlo sano y bonito era embadurnarlo de medios a puntas con aceite de oliva, no sabía que estaba ante uno de los mejores secretos de pelo que te pueden contar. Como adicta que soy a los good hair days, en pocas horas llevé a la práctica la teoría del truco que me había contando la modelo y que era algo tan sencillo como esto: aplicar el aceite de medios a puntas -insistiendo en las puntas si se tienen abiertas o deshidratadas-, recoger la melena en un moño, dejar actuar un par de horas y lavar el pelo enjabonándolo dos veces para evitar que queden residuos grasos en el pelo. Fue I-N-F-A-L-I-B-L-E y desde entonces es uno de esos tips que pongo en práctica cuando el pelo está especialmente deshidratado. También lo recomiendo con el mismo fervor con el que lo practico a cualquiera que me pregunta por un truco casero para recuperar el brillo de la melena.
Aunque hay otros aceites vegetales que gozan de buena fama para el pelo -el de coco y el de ricino son otros de ellos-, el de oliva, al tratarse de un ingrediente que todos tenemos en la cocina, gana para mí la partida. Si a esto sumamos que es un ingrediente con alto contenido en vitamina E -que fortalece el cabello y lo rejuvenece- y con dosis de vitamina A para fomentar la regeneración celular, parece que estamos ante el ingrediente secreto para tener supermelena. Además, hay otra experta en pelo largo -Sara Revuelta o, lo que es lo mismo, Pelilargas en redes- que también da la bendición a este aceite que ya se usaba en la civilización egipcia para cuidar el cabello. Según la experta, hidrata, estimula el crecimiento del pelo y tiene propiedades antioxidantes.
Además, haciéndolo una vez a la semana -o cuando el pelo está extremadamente seco- recuperamos en cierta medida la costumbre de las mujeres hindúes, poseedoras de melenas largas y frondosas que cuidan aplicando aceite. Hace miles de años aplicaban aceites a diario para proteger el cabello e hidratarlo y ahora, aunque se haya perdido esa tradición, lo siguen haciendo a modo de tratamiento de forma puntual.
