“Andrés Pajares fue un ídolo del pueblo, y por eso es un fenómeno pop único en el cine español”: Carlos Torres explica el mito en 'Pajares & CIA'

Hablamos con el director del documental que explora la figura del actor y guionista, que se estrena en Atresplayer.
Imagen del documental 'Pajares y CÍA'
Imagen del documental 'Pajares & CÍA'
Cinemanía
Imagen del documental 'Pajares y CÍA'

En febrero de 2008, Andrés Pajares regresó a los escenarios para celebrar su 50º aniversario en la profesión con un espectáculo donde recreaba sus números más populares. Aunque en un principio pensaba ofrecer cincuenta representaciones (una por cada año en la profesión), la obra apenas resistió tres semanas en cartel dada la escasa afluencia de público. 

Poco después, el actor y humorista tocó fondo tras irrumpir un día en el despacho Castellana Abogados con la intención de ver a un letrado. Cuando le dijeron que en ese momento no podía ser recibido por ninguno, Pajares perdió los nervios, empezó a intimidar a los empleados con un arma de fuego simulada y un aerosol de defensa personal, y agredió incluso a un par de ellos.

El actor fue detenido por aquello, aunque luego quedaría en libertad con cargos acusado de amenazas y lesiones. Después, se animó a acudir al programa ¿Dónde estás corazón? para arrojar luz sobre algunos de los escándalos que le habían salpicado en los últimos tiempos. En realidad, toda una generación de españoles descubrió a Andrés Pajares en los platós. Para otras tantas, el actor había sido durante años el verdadero rey de la comedia popular patria. Una especie de mito que surgió a mediados de los setenta, cuando España se puso cachonda (que decía Camilo José Cela) y él se hartó de rodar comedias estrafalarias bajo las órdenes de Mariano Ozores.

Pajares y Esteso en una de las comedias más celebradas de Mariano Ozores, 'Los bingueros'
Pajares y Esteso en una de las comedias más celebradas de Mariano Ozores, 'Los bingueros'
Cinemanía

El documental Pajares & CIA, disponible a partir de hoy en ATRESplayer, hace un recorrido por aquella España cañí, bizarra y yeyé de los años ochenta que tanto ha dado que hablar. “Queríamos poner la mirada en el cine popular que entretuvo a millones de españoles y que abarrotó las salas en un momento en el que el país estaba cambiando”, comenta a CINEMANíA el director del documental Carlos Torres. “Aunque no se haya abordado mucho esa etapa desde el mundo del espectáculo, Pajares fue uno de los protagonistas principales en ese cambio. Quizás las películas que hizo en los ochenta estuvieron denostadas por la crítica, pero pocos atrajeron tanto a las clases populares al cine como él en esos años".

Según cuenta Torres, "Pajares fue un ídolo del pueblo, y por eso es un fenómeno pop único en la industria cinematográfica española”. En la génesis de la serie documental, que consta de cinco episodios, el cineasta se preguntaba “si podía explicarse la sociedad de la que venimos a través de las peripecias vitales de una de sus mayores estrellas de cine”. 

Para tratar de recomponer las cuatro décadas en las que Pajares lo fue todo en el mundo del espectáculo, el equipo de Pajares & CIA ha contado con una mirada crítica y el testimonio de más de treinta protagonistas y analistas. “Pajares cumplió 81 años durante el rodaje de la serie, pero su edad no fue ningún obstáculo y aguantó perfectamente varias sesiones de entrevistas de tres horas. Es un hombre que ha vivido muchas vidas a la vez y es muy sensible a los recuerdos de todas sus etapas”.

El actor Andrés Pajares, a su salida del Auditorio Nacional donde se encuentra instalada la capilla ardiente del guitarrista Paco de Lucía.
El actor Andrés Pajares
EFE

Comenta Torres que Andrés Pajares “siempre ha hecho las cosas a lo grande”. Viniendo de una familia sin ninguna tradición artística, el madrileño se propuso triunfar como actor cómico y lo logró, tanto en salas de fiestas como en las compañías musicales de Antonio Machín, Manolo Escobar y Tony Leblanc. Después, empezó también a hacer cine y, formando pareja profesional con Fernando Esteso, llegó a rodar nueve películas en cuatro años (de 1979 a 1983), lo que le llevó a convertirse en el actor más taquillero del país (con una media de un millón de espectadores). “Sin saberlo, Pajares, Esteso y Ozores estaban firmando un subgénero cinematográfico, una forma de hacer cine y un retrato de aquella España completamente involuntario”, señala en el documental el periodista Juan Sanguino.

Efectivamente, Pajares y Esteso se convirtieron en dos estrellas de cine. “A ojos del espectador español eran unos triunfadores”, añade el periodista. “Llenaban las salas porque, evidentemente, la popularidad de las películas hizo que el precio de las entradas para ver en directo sus espectáculos de comedia subiese, que la gente se quedase fuera, que tuviesen que hacer varias funciones cada noche… Y tanto es así que ‘El imperio contraataca’ retrasó su estreno para no competir en cartel con Yo hice a Roque III”.

En ese sentido, el escritor Juan José Montijano, coautor del libro Mis memorias…antes de que se me olviden, comentaría también a nuestra revista que, si Andrés Pajares y Fernando Esteso hubiesen nacido en EE UU, ya tendrían hechos decenas de homenajes: “Siempre he defendido que las películas, aquellas calificadas como ‘españoladas’, surgieron en un momento muy definido de nuestra reciente historia. Eran y continúan siendo el auténtico testamento visual de aquellos años. Reflejaban a la perfección la actualidad social, el acontecer diario de los españolitos de entonces con sus filias y sus fobias, con sus problemas... en una sociedad protagonizada por unos personajes con los que nos sentíamos enormemente identificados, eso sí, tamizados por la sátira y la burla”.

Fotograma de 'Yo hice a Roque III'
Fotograma de 'Yo hice a Roque III'
Cinemanía

No son pocos los que consideran que nada retrata mejor la historia reciente de España que el cine de Pajares y Esteso. Aun así, el tipo de humor practicado por ambos actores fue despreciado por muchos y los críticos del país encasillaron durante años a Pajares dentro de un género cinematográfico concreto. Lejos de conformarse con esa etiqueta, el intérprete demostró que también era capaz de bordarlo en papeles dramáticos, y brindó una extraordinaria actuación en el filme ¡Ay, Carmela! (1990), de Carlos Saura, por el que ganó un Goya a mejor actor. Cuando llegaron las televisión privadas, Pajares volvió a la carga y convirtió la telecomedia ¡Ay, Señor, Señor! (donde daba vida al padre Luis) en la serie más vista de la parrilla.

“Esa desmesura en sus éxitos fue un poco también su condena”, apostilla Torres. “Los programas de televisión que aparecieron a finales de los noventa aprovecharon la fama de grandes personajes como Pajares o Rocío Jurado para hacer otra versión del espectáculo. Pajares se vio atrapado en las redes del periodismo del corazón, y eso hizo daño a su imagen pública. Nosotros hemos hablado con protagonistas de cada época para que nos expliquen por qué se pudo dar aquel fenómeno de auge y caída. Desde el principio hemos querido que la serie hablara de él, pero que también hablase de nosotros como sociedad”. Pasen, vean y saquen ustedes sus propias conclusiones.

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