Alimentación

¿Cuáles son los principales tipos de carne consumidos en los diferentes países del mundo?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura realizó, en 2019, un estudio sobre el suministro y la disponibilidad de comida en el mundo, con la intención de comparar la situación alimenticia entre las diferentes regiones

Mapa de los tipos de carne más consumidos en los diferentes países
Mapa de los tipos de carne más consumidos en los diferentes paísesLa Razón

Del amor por la cultura del cerdo en España a la pasión por la carne de vacuno en Argentina, el consumo de carne en el mundo está ligado a multitud de factores como la situación geográfica, la cultura o el modo de vida de la región. Por ello la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) realizó, en 2019, un estudio sobre el suministro y la disponibilidad de comida en el mundo, con la intención de comparar la situación alimenticia entre los diferentes países calculando la cantidad de carne que los consumidores tienen a su alcance, es decir, la que se destina al consumo interno.

Un dato a tener en cuenta es que, para la realización del estudio, se tuvieron en cuenta tanto la producción como las importaciones y el stock remanente de cada país, no obstante se excluyeron las exportaciones y la carne destinada a otros usos distintos al mercado interno, por lo que las cifras de consumo por habitante se encuentran ligeramente infladas al ignorar aspectos como el desperdicio de alimentos.

El mapa

Mapa de los tipos de carne más consumidos en los diferentes países
Mapa de los tipos de carne más consumidos en los diferentes paísesLa Razón

El mapa fue realizado por la web divulgativa “El Orden Mundial” gracias alos datos suministrados por parte de la FAO. En él, se puede observar que la carne de pollo es la más consumida en la mayoría de países del mundo. Lidera el ranking en gran parte de Estados Unidos y Oriente Medio, el sudeste asiático y gran parte de África, así como en Rusia o Australia.

La carne de cerdo es la más consumida en gran parte de Europa, China y los países continentales del sudeste asiático, mientras que el vacuno destaca en varios lugares de Asia Central, el norte de África, Argentina y Brasil. La carne de cordero y el cabrito, por su parte, es la que más habitual en un pequeño puñado de países, como Argelia, Mauritania o Afganistán.

Por último, Estados Unidos es el país donde más carne, de cualquier tipo, se consume: 128 kilos por persona al año. Seguido de Australia (115), Argentina (110), España (106) e Israel (104).

Un consumo en aumento

Consumo de carne en la Unión Europea
Consumo de carne en la Unión EuropeaLa Razón

Según la FAO, la producción y el suministro global de carne seguirá aumentando un 0,3% anual durante la próxima década gracias a la demanda de países como China, Brasil o Estados Unidos. De esta forma, se estima que para el año 2030 el consumo de este tipo de alimentos a nivel global habrá aumentado un 14% respecto al periodo comprendido entre 2018 y 2020, alcanzando los 34,5 kilos por habitante al año. Aunque los precios internacionales de la carne bajaron en 2020 debido al impacto de la Covid-19, ocasionando grandes problemas logísticos, además de una reducción en el servicio de alimentos y en el gasto doméstico, la caída de los precios internacionales habría sido mayor si China no hubiera aumentado considerablemente su demanda de importaciones debido al brote de Peste Porcina Africana, que limita su producción local.

La carne de ave seguirá siendo el principal impulsor del crecimiento de la producción del sector (17,8%), aunque aumentará a un ritmo más lento en relación con la última década. En segundo lugar se encuentra la carne de ovino (15,7%), seguida de la de cerdo, con un crecimiento estimado del 13%. No obstante, el crecimiento no será homogéneo. En los países de altos ingresos se espera una estabilización del consumo per cápita de carne debido a los cambios en las preferencias de consumo o al envejecimiento de la población. Algo similar a lo que ocurrirá con el comercio, que seguirá creciendo por la alta demanda que se viene registrando en regiones como Oriente Próximo o Asia. Allí, los países de ingresos medios y altos seguirán demostrando un ritmo de producción insuficiente para satisfacer la demanda interna, potenciando aún más el sistema de importaciones.