Así fue la 'despedida de soltera' de la reina Sofía: en el desfile del diseñador favorito de su madre que la vistió de novia en su boda con Juan Carlos

En enero de 1962, Sofía de Grecia y su madre acudieron al desfile de Jean Dessès. El diseñador firmó después los atuendos de la reina y de la princesa griega en su boda con Juan Carlos de Borbón y confeccionó los vestidos de las damas de honor, entre ellas la princesa Irene, la infanta Pilar y la reina Ana María de Grecia, y su íntima Tatiana Radziwill.

Antes incluso de que la princesa Sofía de Grecia aceptase el anillo de compromiso que su pretendiente Juan Carlos de Borbón le lanzó, al grito de “Sofi, cógelo”, el 12 de septiembre de 1961 en el hotel Beau Rivage de Lausana (Suiza), Jean Dessès ya sabía que él se ocuparía del vestido de novia de la primogénita de los reyes de Grecia. Independientemente de que se casase con el hijo de los condes de Barcelona en el exilio portugués o con el príncipe Harald, heredero del trono noruego.

El modista egipcio de ascendencia helena había sido el encargado de vestir de largo a la princesa y era el favorito de su madre, Federica de Hannover, a la que le gustaba presumir de estar a la altura de sus circunstancias reales amparándose en el deseo de su pueblo, según su autobiografía, de encontrarla majestuosa. Para su viaje oficial a Estados Unidos en 1953, Federica gastó 5.700 dólares de la época –entre arreglos, zapatos y 15 prendas a estrenar– en la maison de su colega, quien también le prestó un abrigo de piel para el tour. 

A modo de despedida de soltera, al menos fashion, la consorte de Pablo I invitó a su hija al desfile de Haute Couture de Jean Dessès celebrado en París hace seis décadas. Se trataba de la presentación de la propuesta para la primavera de 1962, temporada en la que doña Sofía unió su futuro al porvenir de don Juan Carlos (entonces sujeto a los antojos del dictador Francisco Franco), vestida con un Dessès de lamé de plata recubierto de tul y con el frente bordado en encaje de Bruselas. Esta joya, que está expuesta en el Palacio Real de Aranjuez desde 2005, no puede considerarse una pieza de couture, ya que no cumple con todas las exigencias de la Cámara Sindical de la Alta Costura, como, por ejemplo, la de ser presentada al público durante la semana de la moda francesa. La indumentaria nupcial de doña Sofía, como las de otras tantas miembros de la realeza, es, lo que se conoce como un ejercicio de estilo, hecho a medida, o pieza única. 

Las princesas Irene (de espaldas) y Sofía de Grecia junto a su madre la reina Federica a su llegada al desfile de Jean Dessès.

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Federica Luisa Thyara Victoria Margarita Sofia Olga Cecilia Isabel Cristina de Hannover, asidua a estas exclusivas presentaciones, y Sofía Margarita Federica Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg acudieron al desfile de Jean aquel 21 de enero de 1962 cubiertas por un par de abrigos de piel (la reina helena con sombrero a juego). Un material que la madre de Felipe VI actualmente tiene vetado en su armario, ya que se considera animalista. Por esta razón, vuelve a sorprender al observar a la joven princesa, en otra instantánea que se conserva de la misma celebración de la moda, vestida con otra pieza clara con cuello en pelo animal. La princesa Irene, hermana pequeña de doña Sofía, también estuvo presente en la muestra con otro cubretodo similar. Dessès era experto en trabajar con esta polémica materia. Madre e hijas se sentaron en primera fila, lo que ahora se conoce con el anglicismo front row y que hoy ocupan las influencers. Como bonita casualidad, cabe añadir que la princesa de Hannover llevaba en su muñeca derecha unas pulseras en oro amarillo y gemas en corte cabujón que, tras su muerte en 1981, heredó la reina de España. En el dedo anular de la princesa de Grecia y Dinamarca, brillaba el mencionado anillo de pedida con dos rubíes redondos, también tallados en cabuchón, montados en oro y separados por una hilera de diamantes. 

La reina Sofía y la reina Federica en la primera fila del desfile de Alta Costura Primavera/Verano 1962 de Jean Dessès.

Keystone-France/Gamma-Rapho/Getty Images.

El vestido de novia de la reina Sofía (junto con los de sus ocho damas de honor) es una de las últimas obras importantes del coutier ya que en 1963 se retiró a Atenas, con 60 años, aunque siguió cosiendo (y fumando, su otra pasión) para algunas clientas selectas –como la reina Ana María de Grecia– hasta su muerte en 1970. Nacido como Jean Dimitre Verginie en Alejandría, viajó a la capital francesa para estudiar Derecho hasta que abandonó las leyes en 1925 por los hilos de la Maison Jane. En 1937 fundó su propio negocio en la Avenue George V, aunque no fue realmente célebre hasta pasada la II Guerra Mundial (1939-1945). 

Un dilatado punto y seguido que aprovechó para viajar por las tierras en paz. Aquel periplo le sirvió para inspirarse, aunque sus modelos más celebrados siempre fueron los influenciados por sus orígenes griegos y egipcios elaborados mediante la técnica de la moldura para conseguir la estética escultórica de la Antigüedad. En 1949 creó la firma Jean Dessès Diffusion, más barata que la casa madre y precursora de la inmersión de las casas de lujo en el Prêt-à-porter o venta masiva.

La reina Federica y el modisto Jean Dessès, muy cómplices, tras un desfile de él en 1953.©Rue des Archives/AGIP / Cordon Press

Además de a la familia real helena, Jean Dessès vistió a la princesa Margarita de Reino Unido, las duquesas de Windsor y de Kent, Farah Diba, Christina Onassis, Maria Callas, Marlene Dietrich y Rita Hayworth. En 1999 la modelo Naomi Campbell devolvió al creador a los titulares tras elegir un vestido suyo, en negro con corpiño deshuesado y fruncidos de seda, para pasearse por el photocall de una fiesta organizada por la casa de subastas Christie’s en Londres. Algunas de sus creaciones siguen resultando absolutamente contemporáneas; en 2001 Renee Zellweger vistió una obra suya en amarillo para asistir a los Premios Oscar, un lustro después Jennifer Lopez eligió uno verde para acudir a los prestigiosos galardones cinematográficos y en 2010, Kristin Davis utilizó un Dessès vintage en chicle para la presentación en Nueva York de Sex on the City 2, la segunda secuela cinematográfica de la serie de televisión del mismo nombre protagonizada por Sarah Jessica Parker y cuya última consecuencia ha sido su continuación bautizada como And Just Like That

A la reina Sofía le apasiona la moda aunque después de éste no la hayamos visto en los desfiles de las semanas de la moda de Madrid o París, como por ejemplo, a sus hijas, las infantas Elena y Cristina. La emérita, durante las casi cuatro décadas de reinado de Juan Carlos I, fue especialmente devota de los modelos ready-to-wear (listo para llevar) del difunto Oscar de la Renta y de los de Alta Costura del jubilado Valentino Garavani. Este último, El emperador de la moda, aprendió el oficio de Jean Dessès, como también lo hizo Guy Laroche a comienzo de los años 50.