SUPERCOPA DE ESPAÑA

Athletic - Real Madrid

Modric y Kroos frotan la lámpara

El Madrid amplía su tesoro con la Supercopa forjada en el talento de sus medios ante un buen Athletic que pudo marcar en un penalti desviado por Courtois, heroico de nuevo

Supercopa de España (Final): Resumen y goles del Athletic 0-2 Real Madrid
Actualizado

El Real Madrid se trajo de Arabia un nuevo trofeo para ampliar el tesoro del Bernabéu. Conquistó la Supercopa porque Modric y Kroos frotaron la lámpara y salieron los genios, dominando el duelo ante un Athletic orgulloso. Igualó la disputa con orden y entrega, pero no fue suficiente. La inspiración y el talento de los dos centrocampistas, origen y destino del primer tanto, y un penalti revisado en el VAR decidieron el nombre del campeón. Los leones tuvieron su momento en el tramo final, con penalti y expulsión de Militao. Surgió Courtois para desviar el remate de Raúl García y sellar el título.

Gol de Modric (0-1) en el Athletic 0-2 Real Madrid

Siempre hay que guardar un respeto a la historia. Aunque hiciera más de medio siglo que Athletic y Real Madrid no se midieran en una final, el gen competitivo de los leones se transmite a través de las generaciones, como bien pudo comprobar el equipo blanco hace un año en las semis. Fue a través de una cadena de acciones individuales de mérito como se rompió el partido, desde el inicio de la jugada de Toni Kroos a la finalización de Luka Modric, a la escuadra, en una definición muy similar a las del alemán. Intervinieron también Casemiro, ágil en la transición, y Rodrygo al recibir, encarar en diagonal y descargar al croata tras atraer a los defensores rojiblancos. Nada que reprochar a los rojiblancos. Al revés, todo acierto del rival. Su primer tiempo fue ejemplar.

Gol de Benzema (p.) (0-2) en el Athletic 0-2 Real Madrid

Marcelino repitió el once de la semifinal, con Berenguer y Muniain en bandas, obligados a un esfuerzo extra para ayudar a sus laterales, contener a los contrarios y ayudar en la salida. Pese al buen arranque blanco, presionando bien y recuperando pronto, quedaba expuesto a las contras de Sancet y Williams. De hecho, la primera acción de peso fue una contra que Sancet sirvió a la velocidad de Williams y el remate del delantero fue interceptado por la mano de Alaba, a punto de apoyarse en el verde. Según la norma (y el sentido común), no era penalti.

Más allá de un disparo desde la frontal de Benzema que desvió Unai Simón, al Madrid le costó generar peligro. Tuvo la pelota, sí, pero como en el choque del Bernabéu no se sintió cómodo ante el repliegue ordenado del Ahtletic. Vinicius apenas pudo escapar de la vigilancia de De Marcos, y el centro estaba blindado, así que la banda derecha fue el desahogo blanco. Y conste que la salida venía desde la izquierda, con la delicadeza de Kroos en cada primer toque, incluso en su propia área. No fue extraño que el 0-1 naciera en una salida inmaculada del alemán.

El tanto picó al Athletic, que dibujó su mejor ataque antes del descanso. Sancet recogió en el pico izquierdo del área, se hizo hueco y buscó la escuadra. No la encontró por poco. En la pausa mostró su enfado Marcelino, que metió a Nico Williams de salida. Aumentó el cabreo al llamar desde el VAR a Soto Grado por un remate de Benzema que interceptó Yeray con la mano. El árbitro se fue al monitor, lo revisó tres o cuatro veces y señaló la pena máxima. Benzema colocó duro junto al palo izquierdo, batiendo a Unai SImón. Dos lances de penalti a favor del Madrid, ambos bien pitados, aunque siempre habrá quien los discuta. Nunca hay unanimidad con el equipo blanco de por medio.

El Athletic se fue arriba con los tres cambios de Marcelino, refrescando al equipo sin modificar el dibujo. Raúl García, que sabe latín, remató los dos primeros balones que rondaron el área, uno de ellos solo y claro tras detectar el espacio entre los centrales y el pivote. El partido quedaba a cara o cruz, expuesto al gol del Athletic que apretara el marcador o la contra del Madrid. Esa que tanto gusta a Ancelotti. No pudo activarla, porque los leones se agigantaron en el tramo final. Tuvo una ocasión perfecta para abrir el partido, con un penalti por mano de Militao señalado desde el VAR que, además, supuso la expulsión del brasileño. Hay porteros que se convierten en gigantes en equipos grandes, donde trabajan poco y se les exige el máximo. Courtois se midió a Raúl García, aguantó el remate y sacó con una pierna larguísima, eterna, para desviar el remate. No dejó de intentarlo el Athletic hasta el final. Le honra. Como a Ancelotti sacando a Marcelo para levantar el trofeo, el hombre récord del club. El primer título de la temporada viaja rumbo al Bernabéu.