Cuando, con los tres primeros capítulos de And Just Like That... pensábamos que los nuevos personajes habían llegado para ser solamente un complemento de los antiguos, como si de uno de sus carísimos pares de zapatos se tratara, en el cuarto capítulo, sus historias empiezan a ganar peso. Al menos las de algunos de ellos.
Es en este capítulo donde llega uno de los momentos que más estaban esperando los fans de la serie original: cuando podemos, por fin, colarnos en el armario de Carrie. Pero no nos referimos al increíble (aunque frío e impersonal) vestidor del apartamento que ha compartido durante dos décadas con Mr. Big... sino a su armario de toda la vida, el de su viejo apartamento.
En un pequeño unboxing que dura apenas unos segundos, podemos ver algunos de los vestidos más icónicos de un personaje que, sin duda, ha marcado un antes y un después en el mundo de la moda. Verla salir de casa llevando un tutú, pese a no ser el que lucía allá por 1998, hará viajar en el tiempo a más de un seguidor.
Carrie intenta poner parches al pasado haciendo nuevas amistades
La agente inmobiliaria encargada de vender el hogar que Carrie compartió con su fallecido marido, una implacable mujer de negocios llamada Seema (Sarita Shoudhury), será la encargada de remodelar no solo el piso de su clienta, sino también su vida.
No tardan en hacerse buenas amigas... ni en mostrar la cara oculta de hacer amistades llegada cierta edad: ninguna de ellas puede empatizar con el pasado de la otra. El momento cumbre de las dificultades de esta nueva relación lo marcará una fotografía: algo ireemplazable para la protagonista, y solo un “cristal roto” para Seema.
Charlotte se convierte en la actriz principal de una comedia de enredos
La ternura que rezumaba el personaje de Charlotte en la serie original se está convirtiendo en el peor de sus enemigos en esta nueva entrega. Ese afán de complacer que siempre tuvo la antigua galerista ha mutado en un bienquedismo que la lleva a situaciones de las que le será muy complicado salir airosa.
La organización de lo que parecía ser una cena informal se convierte en toda una odisea de corrección política, intentando cuadrar una lista de invitados en la que haya varias minorías representadas en exacta proporción. Sin duda, es el devenir de este personaje el que está dotando a And Just Like That... de ese punto cómico tras el gran drama del primer capítulo.
Finalmente, esa cena de Charlotte con Lisa, su nueva amiga a la que está deseando sorprender, se convierte en una especie de Adivina quién viene esta noche y, si el capítulo lo hubiese dirigido Jordan Peele, el desenlace hubiera sido muy diferente.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios