- 50 años y cambia su estilo de vida para presumir de abdominales de una vez por todas
- El caso real de Darren Mason, que pesaba 95 kilos y ahora tiene un 9 por ciento de grasa corporal
- La transformación física de 12 semanas para perder peso y definir tus músculos
Después de superar los 95 kilos, Darren Mason, de 50 años y vecino de Whitefield, Manchester, decidió ponerse manos a la obra para cambiar su cuerpo y, además de cambiar sus rutinas de alimentación, empezó a entrenar duro en el gimnasio para reducir su porcentaje de grasa corporal y destapar sus abdominales.
A pesar de haber entrenado desde su adolescencia, "principalmente boxeo", el aumento de peso fue inevitable a medida que iba cumpliendo años. "Siempre he luchado con mi peso, pues me gusta mucho la comida basura y el chocolate", explica Mason, director de 20 tiendas de vaporizadores en Inglaterra y Escocia. "Mi peso se disparó mucho en los últimos años".
A partir de los 40 años y tras ser padre, cada vez le era mas difícil mantener a raya sus kilos: "Empecé mil dieta y en todas fracasé una y otra vez".
Después de que su hermano completara una transformación de 12 semanas en Ultimate Performance Manchester, con resultados "increíbles", Mason tomó su ejemplo. Y, cerca de los 50, sintió que era su "última oportunidad para presumir de six pack".
"Estaba en una etapa en la que no tenía nada que perder. También tengo cuatro hijos pequeños, y quiero estar lo suficientemente sano para jugar con ellos, además de ser su modelo a seguir; si puedo lograr esto, cualquiera puede hacerlo. Sabía que si seguía como estaba, mi peso seguiría subiendo más y más".
Con la experiencia y el entrenamiento de su preparado Troy, Mason modificó por completo su dieta, que según él es fundamental para los resultados de una transformación. "Pasé de aproximadamente 3.000 calorías por día a alrededor de 1.500 calorías, que se distribuí en cuatro o cinco comidas al día. Esto aumentó gradualmente a medida que avanzaba el proceso".
Con la experiencia y el entrenamiento de su entrenador Troy, Mason modificó por completo su dieta, que según él es fundamental para los resultados de su transformación. "Pasamos de aproximadamente 3.000 calorías por día a alrededor de 1.500 calorías, que se distribuyeron en cuatro o cinco comidas al día", explica. "Esto aumentó gradualmente a medida que avanzaba el proceso".
Pesas y mucha pierna
Mason entrenaba dos o tres veces por semana, "con pesas, incluida mucha pierna, que odiaba en ese momento", explica. "También practiqué boxeo dos o tres veces por semana para incorporar el aspecto cardiovascular y mejorar mi estado físico". En cuatro semanas, pudo ver que su trabajo estaba dando sus frutos. "Después de ocho semanas, otras personas comentaban cuánto había adelgazado. ¡En la semana 12, vi mis abdominales por primera vez!"
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Mason no solo adelgazó hasta los 63 kilos, sino que también adquirió conciencia de cómo alimentar y nutrir su cuerpo. "Planear mi comida ha sido clave", dice. "Tener las comidas preparadas y listas para comer me ha salvado de atracones cuando tengo hambre, también soy responsable ante mi entrenador".
Aunque también hubo momentos malos: "No mentiré, hubo momentos en los que casi me rindo, pues me dolían las piernas y tenía hambre; sin embargo, algo dentro de mí no me dejaba rendirme", dice Mason. "Nunca podré volver a mis viejas costumbres. Todavía disfruto de una comida rápida, pero como una comida trampa o cheat meal planificado, que no me arruina la dieta. El próximo objetivo es ganar un poco más de músculo y mantener la definición por la que he trabajado tan duro".
Mason continúa entrenando con Troy tres veces por semana y se somete a sesiones de crioterapia. "Esto es durante tres minutos a unos 130 grados bajo cero, lo que hace mucho frío pero te hace sentir genial". Si alguien está pensando en hacer esto, le diría que lo haga. Si lo desea lo suficiente, los resultados están garantizados. Fácil no es, pero se puede conseguir".
