No suele ser habitual ver a Anne Hathaway recorriendo las calles de Nueva York si no es a cuenta de un rodaje, como el de Armaggedon Time, su próxima película a las órdenes de James Gray y un retrato sobre cómo es crecer en el barrio de Queens. Precisamente ha sido unos días después de finalizar las grabaciones cuando la actriz ha acudido a acompañar a su amiga Jessica Chastain durante el estreno de Los ojos de Tammy Faye en la ciudad, a celebrar a un restaurante de la ciudad y el momento en el que ha sido cazada por los fotógrafos, algo completamente inusual, pero enormemente inspirador en materia estilística por la lección de moda de la estrella.
Las fiestas navideñas ya han comenzado y el look de Anne Hathaway resulta perfecto para sacar ideas de cara a próximos estilismos. Primero, por el hecho de haber recuperado un little black dress a finales del otoño; segundo, por el hecho de llevarlo de una manera que hace más que posible el lucirlo en días de bajas temperaturas. La actriz se ha decidido a combinarlo con unas botas negras altas hasta la rodilla que juegan con la tendencia cowboy y con un abrigo gris de paño, además de con un par de medias oscuras. El vestido, de punto, tiene a su vez un cuello que lo convierte en una opción abrigada. Si a todo ello se suma la cartera de mano de efecto piel acolchada de la intérprete, el resultado es un atuendo redondo.
Algunos han querido ver en este estilismo un guiño a uno de los más espectaculares de cuantos su personaje de Andy Sachs llevó en El diablo viste de Prada. Aquel con el que llegaba a la oficina de Runway tras el cambio radical llevado a cabo por Nigel, el personaje de Stanley Tucci. El calzado estaba conformado por unas altísimas botas por encima de la rodilla, de Chanel, y el resto del conjunto era también negro. Emily, interpretada por Emily Blunt, y una de sus compañeras de la revista, a la que encarnaba Gisele Bundchen, se quedaban boquiabiertas.
Aunque Hollywood parezca olvidarla de cuando en cuando, la actriz no ha dejado pasar ni una sola oportunidad para probar su inmenso talento en cualquier género
Anne Hathaway siempre ha sido una de las presencias habituales en las alfombras rojas de Hollywood y en los dos últimos años las ha improvisado ella misma con lo que ha tenido más cerca. Antes del estreno de Las brujas, la última adaptación del libro de Roald Dahl, la actriz montó su propio photocall en el jardín de su casa, donde posó con diseños de Vivienne Westwood, Versace y Azzaro. Unos meses más tarde, cuando Confinados llegó a HBO Max, hizo lo propio con un teatral diseño de Ralph Russo en el tejado de los grandes almacenes londinenses Harrods.
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