Desde que los cadáveres de Toñi, Miriam Y Desiree aparecieron en La Romana, el 'caso Alcàsser' centralizó la atención de la criminalística de este país. En la escena del crimen aún quedan numerosos restos. En junio de 2019, se hallaron cuatro falanges humanas de Míriam, una de las víctimas.

Miguel Ricart fue detenido por el asesinato de las tres jóvenes el 27 de enero de 1993, y posteriormente condenado. Sin embargo, Antonio Anglés sigue desaparecido.

Desde el día en el que huyó han pasado ya 29 años y, tras él, aún quedan muchas incógnitas y una investigación que no termina de cerrarse.

En 2009, los agentes de la UDYCO central examinaron las llamadas de su familia y encontraron un número de Estados Unidos, de una mujer de Catarroja, la localidad española en la que residían Anglès y Ricart, que vivía en las Vegas: Kelly, la hermana de Anglés. Sin embargo, las escuchas telefónicas no revelaron ninguna información.

En febrero de 2020, la Jueza de Alcira decide pedir colaboración al Reino Unido a través de una comisión rogatoria para tomar declaración al capitán del barco en el que huyó el fugitivo tras la emisión de una entrevista al programa Equipo de Investigación.

El capitán aseguró entonces a laSexta que encerraron al presunto criminal "en un cuartucho". Luego lo trasladaron a un camarote y lo encerraron con llave. Sin embargo, explicaba "escapó en un bote salvavidas". Fue rescatado y lo volvieron a encerrar, pero cuando la Policía Irlandesa subió al barco para detenerle ya no estaba. Alguien le ayudó a huir. 29 años después el reloj sigue corriendo y, por ahora, la justicia solo tiene hasta 2029 para dar con Anglés.