¡Súper mamá!: Raquel del Rosario salva a su hijo del ataque de un puma a puñetazos
La que fuera cantante de 'El sueño de Morfeo' ha contado una de las experiencias más traumáticas de su vida. El pequeño Mael estuvo a punto de morir tras ser atacado por un felino en su casa de California.
Con el corazón encogido nos hemos quedado tras conocer esta historia. Parece sacada de una película, pero es realidad. El titular resulta impactante por ser completamente cierto: Raquel del Rosario salva a su hijo del ataque de un puma. Ella mismo lo ha contado y lo cierto es que se ponen los pelos de punta de sólo imaginarlo. Tras conocer esta dura anécdota, solo podemos decir que la cantante es una súper mamá, ríete tú de las heroínas de Marvel...
Así empezaba Raquel el relato en un post de Instagram, donde se puede ver las marcas que la fiera ha dejado en el cuerpo del pequeño Mael. Los hechos sucedieron en agosto, pero es ahora cuando ha querido compartirlo con sus seguidores. Le ha costado superar el trauma y aún tiene el miedo en el cuerpo. Estaban en su casa, en California, cuando el niño salió al jardín a buscar algo de fruta. "El grito que escuché segundos después aún sigue resonando en mi cabeza, al igual que la imagen que vi al girarme. Un puma se había avalanzado sobre él y lo hería ferozmente con sus zarpas. Inmediatamente dejé de percibir el mundo, aún hoy no logro entender como atravesé el jardín en milésimas de segundo o de dónde provenía la fuerza que me hizo golpear repetidamente al animal con mis puños hasta quitárselo de encima", recuerda. De pronto apareció Pedro, su marido, y todos lograron escapar y ponerse a salvo en el interior de la vivienda.
Lo siguiente fue alertar a los vecinos y salir hacia el hospital, donde la que fuera cantante de 'El sueño de Morfeo' fue consciente de lo que hubiera podido pasar... "Siempre he dicho en tono de broma que algún día, los ángeles de la guarda de mis hijos dimitirían por estrés. De camino al hospital con Mael herido en brazos me preguntaba si realmente el suyo lo había abandonado aquella mañana del 26 de agosto. 'Unos milímetros más y no lo hubiese logrado', fueron las palabras del doctor. Supe entonces que su ángel no se había ido, estuvo ahí, sosteniendo esos milímetros que separaban la vida de la muerte", escribe. El niño tuvo que ser operado: "Mi corazón se rompió por completo cuando le vi salir de la cirugía. Toda la fuerza que aquella mañana me había invadido se esfumó dejándome completamente indefensa ante un dolor que desconocía por completo. Me invadió el miedo. Si alguien me hubiese dicho en ese momento viendo su estado, que tres días después saldría corriendo del hospital jamás lo hubiese creído. 'Mami, ya no voy a volver a por la fruta para que no se enfade el tigre', me dijo después de dejarle un recipiente con agua en la puerta a modo de disculpa. Sin palabras..".
Su vuelta a casa estuvo cargada de sorpresas, ya que sus vecinos les habían hecho llegar una cantidad ingente de cartas, regalos, comida y otros detalles. Pero lo más curioso, tal y como relata Raquel es que, antes de que Mael abandonara el hospital, ella regresó a casa y estuvo hablando con las autoridades, que recogieron muestras de adn y le hicieron algunas preguntas. "Mientras revisaban los alrededores, descubrieron que el puma seguía agazapado en mi jardín a pesar de que habían pasado varias horas. Siguiendo el protocolo que dicta la ley de California, se vieron obligados a sacrificarlo. Nos hubiese gustado y me consta que a ellos también, que el desenlace con respecto al animal hubiese sido otro, pero esa decisión no nos correspondía a nosotros. Desde la ventana observé como el otro puma que resultó ser su hermano regresaba al jardín acompañado de su madre. Ella se posicionó junto al cuerpo sin vida de su hijo e intercambiamos una mirada de dolor que jamás olvidaré (no se pueden imaginar los sueños que he tenido con ella). Salí de casa con el corazón roto y un sinfín de sentimientos encontrados por todo lo sucedido, pero en aquel momento solo podía pensar en proteger a Leo y estar cerca de Mael, el eterno e irremediable amante de los animales".
Han pasado casi dos meses y el pequeño se encuentra bien. Desde ahora siempre podrá contar que su madre, Raquel del Rosario, le salvó del ataque de un puma a puñetazo limpio, como los superhéroes de las pelis.