Últimamente se oye por todas partes, que si "hay pocos eritrocitos", que si "tengo un nivel bajo de hematíes", que si "mis glóbulos rojos están por los suelos", que sí, "¿No tendré la anemia del corredor?". Todo se refiere a lo mismo. Eritrocitos –y hematíes,– son palabras bonitas para referirse a los glóbulos rojos.

La sangre contiene muchos tipos de células: glóbulos blancos (monolitos, linfocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos y macrófagos), glóbulos rojos (eritrocitos) y plaquetas. La sangre circula por el cuerpo a través de las arterias y las venas, pero los eritrocitos se producen en la médula ósea y contienen una proteína llamada hemoglobina, que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo.

El número de eritrocitos en la sangre es uno de los componentes de una prueba llamada recuento sanguíneo completo (RSC), que se usa para determinar la presencia de afecciones como la anemia, la deshidratación, la desnutrición y la leucemia. También en deportistas para vigilar que no haya ningún problema de salud, en especial enfermedades relacionadas con el corazón.

células sanguíneas
Terese Winslow / US Gov.

Cómo hacer el recuento sanguíneo de eritrocitos

El recuento sanguíneo completo (RSC)s e puede hacer mediante análisis de sangre rutinario o hemograma completo (CBC), donde podemos conocer el estado de todos los componentes de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos, hemoglobina, hematocritos y plaquetas. También puede hacerse una prueba de distribución eritrocitaria –suele ser parte de un conteo sanguíneo completo–, un análisis que mide muchos componentes de la sangre, entre ellos, los glóbulos rojos.

Se usa comúnmente para diagnosticar la anemia, una enfermedad en la que los glóbulos rojos no pueden llevar suficiente oxígeno al resto del cuerpo. Esta prueba también se puede usar para diagnosticar trastornos de la sangre como talasemia, una enfermedad hereditaria que causa anemia grave y patologías como diabetes, cáncer, enfermedades del hígado, etc.

Qué indican los resultados del recuento de eritrocitos

Los niveles normales son entre 4.500.000 y 5.900.000 ml en hombres; y entre 4.000.000 y 5.200.000 ml en mujeres. Si el recuento de glóbulos rojos está por encima de la media, podría ser síntoma de enfermedades cardíacas, deshidratación, fibrosis pulmonar –disminuye el oxígeno que hay en la sangre y esa reducción estimula la producción de glóbulos rojos– o problemas de riñón. También el tabaquismo: fumar reduce la cantidad de oxígeno en sangre, por eso puede activar este mecanismo compensatorio del organismo aumentado los glóbulos rojos. Aunque no le sucede a todos los fumadores, sí se sabe que este problema es directamente proporcional a la cantidad de cigarrillos que se consumen.

enfermero hace un análisis de sangre
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Si tienes menos eritrocitos de lo normal, tal vez estemos ante una alimentación deficiente, anemia, hemorragias, problemas en la médula. Pero un nivel bajos de eritrocitos no indica siempre una patología, a veces el nivel está por debajo de la media porque se está menstruando o embarazada, o porque se es atleta.

La menstruación conlleva la pérdida de sangre y por tanto, de glóbulos rojos, es muy normal que las mujeres fértiles tengan menos eritrocitos si sus reglas son muy abundantes o si son corredoras. Durante la gestación los niveles de hemoglobina y glóbulos rojos disminuyen ya que las necesidades de oxígeno aumente porque al metabolismo aumentado de la madre se le añade el del bebé. Si eres corredor no debes asustarte tienes un recuento bajo de eritrocitos, pero sí es interesante consultar con tu médico de cabecera para ratificar que es causa del entrenamiento y descartar que no se trate de una posible anemia.

corredores urbanos de noche
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Cómo deben ser los eritrocitos en atletas entrenados

En personas no entrenadas cada segundo unos 233 millones de células se desprenden de la médula ósea hacia la circulación sanguínea, y un número idéntico se destruye. Esa cifra aumenta a medida que uno entrena más, ya que la tasa de destrucción de glóbulos rojos se multiplica por varias causas:

  • En los corredores, el impacto del pie contra el suelo provoca la hemólisis (la desintegración de los eritrocitos) en los capilares de la planta del pie.
  • La acidosis resultante de un entrenamiento anaeróbico aumenta la inestabilidad de la membrana de glóbulos rojos, lo que acelera su desintegración.
  • Al elevarse el gasto cardiaco en entrenamientos intensos, aumenta la velocidad de movimiento de la sangre, con lo que muchos eritrocitos mueren.

Que es la hemoglobina y cuál es su relación con los eritrocitos

Es un concepto que está íntimamente ligado al recuento de eritrocitos. Es la proteína que transporta oxígeno desde los pulmones a los tejidos y órganos del cuerpo; además, transporta el dióxido de carbono de vuelta a los pulmones. Es de color rojo y da a la sangre su color característico. Cada eritrocito contiene aproximadamente 280 millones de moléculas de hemoglobina. Por eso, la cantidad de hemoglobina es proporcional al número de glóbulos rojos.

gota de sangre
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La normalidad –o los indicadores habituales– se sitúa entre 13.3 y 18 g/dl en el caso de los hombres y 11,7 y 15’7 g/dl en el caso de las mujeres. Pero vuelve a ocurrir lo mismo. En el caso de runners bien entrenados con un buen número de kilómetros a sus espaldas, podemos encontrarnos con unos valores de hemoglobina inferiores a la media, sin que ello suponga que se sufre anemia.

Tengamos en cuenta que los valores ideales de hemoglobina pueden variar de una persona a otra; en este sentido, las mujeres en edad fértil pueden tener una hemoglobina algo baja (entre 10’5 y 11’8 g/dl) debido a la pérdida de sangre durante la menstruación. La cifra normal de hemoglobina en el embarazo es de 12.5 g/dL, un poco menos que la media en mujeres no gestantes.

en forma y embarazada
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Cómo evitar un nivel demasiado bajo de eritrocitos

La mejor forma de prevenir la anemia causada por tener un nivel demasiado bajo de eritrocitos es llevar una alimentación sana y equilibrada. Si te la han diagnosticado, el médico te recetará probablemente una dieta rica en hierro y evitar alimentos que impidan la absorción de ese mineral. Los atletas –en particular las atletas que tienen la menstruación y las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana estricta– pueden correr un riesgo aún mayor de padecer una deficiencia de hierro debido a la menor absorción de ese mineral.

Puedes encontrar números alimentos ricos en hierro, como pueden ser las carnes magras, mariscos y aves; cereales para el desayuno y panes fortificados con hierro; legumbres, lentejas, frutos secos y uvas pasas. En contra de que nos han contado toda la vida,las espinacas no tienen mucho hierro (según la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), 2,71 mg por cada 100 gramos). El error fue descubierto en los años 30, pero no fue publicado hasta que en 1981 T. J. Hamblin escribió un artículo sobre el asunto en el British Medical Journal.

Según Hamblin: "Los químicos alemanes que volvieron a investigar el contenido de hierro de las espinacas descubrieron en 1930 que los trabajadores originales habían puesto el punto decimal en el lugar equivocado, haciendo una sobreestimación de diez veces su valor. La espinaca no es mejor para usted que el repollo, las coles de Bruselas o el brócoli. Para una mayor fuente de hierro Popeye mejor hubiera masticado latas".

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Rosa Martí

Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.

Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.

En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.

En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.

Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.

Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.