Kimia Alizadeh: la historia detrás de la medallista olímpica que lucha por la igualdad de género

En enero del 2020, Kimia Alizadeh abandonó su país de origen, se trasladó a Alemania en calidad de refugiada. El pasado domingo, la gimnasta fue derrotada por la turca Hatice Ilgún en la batalla por el bronce de taekwondo. Aún así, su historia, lejos de pasar desaperciba, resalta y deja en evidencia que las políticas internacionales orientadas al apoyo de refugiados son fundamentales.

A los siete años, Alizadeh ingresó en un gimnasio de Karaj -una de las ciudades más grandes de Irán- donde se apuntó a clases de taekwondo. Tras un año, ya era campeona nacional en su categoría. Además, en 2014, ganó el Campeonato mundial Junior de Taekwondo y los juegos olímpicos de la juventud. Dos años después, compitió en las olimpiadas de Río y logró el bronce en taekwondo. Con apenas 18 años, se convirtió en la única medallista olímpica en la historia del deporte iraní. En aquel momento, la victoria fue bien recibida en su país y varias figuras influyentes celebraron el triunfo.

A finales de 2019, la crisis económica en Irán empeoró y el gobierno anunció un aumento en el precio del combustible. Como resultado, miles de personas se movilizaron en distintas ciudades del país para protestar contra: la subida de tarifas, el gobierno de Hasán Rohaní y el líder supremo, Ali Jamenei.

Además, a principios de 2020, la tensión entre Estados Unidos e Irán llegó a un punto crítico luego de la muerte del general iraní Quasem Soleimani en el marco de una operación militar estadounidense. En este contexto, la gimnasta anunció por medio de sus redes sociales que abandonaba Irán. La deportista explicó que, para ella, la decisión era más difícil que ganar el oro olímpico. Aún así, agregó no estar dispuesta a convertirse en la herramienta de un régimen que buscaba explotar el éxito con fines políticos y a humillar mujeres. Luego de ser denunciada por varios funcionarios del gobierno y de recibir amenazas en redes sociales, Alizadeh solicitó refugio en Holanda. Finalmente, se instaló en la ciudad alemana Aschaffenburg, donde reside en la actualidad.

Alizadeh es una de los 29 integrantes del Equipo Olímpico de Refugiados en las Olimpíadas de Tokio. Su participación se da en el marco de la Fundación Olímpica de Refugiados. El proyecto surgió en 2015 -poco después de que la imagen de Aylan Kurdi llegase a las portadas de los diarios más importantes- y su principal objetivo es brindar apoyo económico a refugiados interesados en el deporte para que puedan desarrollar su carrera como atletas. Thoman Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, explicó que para 2024 espera que el programa pueda garantizar el acceso al deporte a un millón de jóvenes refugiados.

Analizar la desigualdad de género en Medio Oriente no es tarea fácil. La socióloga Chandra Mohanty se especializa en feminismo y afirma que uno de los problemas del feminismo occidental es ver a las mujeres del tercer mundo como un colectivo homogéneo, dependiente y oprimido. Sin embargo, la lucha por la igualdad de género fuera de Occidente existe y es tan diversa como los contextos de dominación machista en los que ocurre.

En una entrevista, Kimia Alizadeh afirmó que su objetivo es luchar para que las mujeres tengan la posibilidad de perseguir sus sueños. También, agregó que independientemente de dónde esté, seguirá siendo "una niña iraní". En ese sentido, su relato es un gran ejemplo de resistencia ante la violencia patriarcal propia de un contexto cultural específico.