Es un tumor que afecta a 0,8 personas por cada 100.000 habitantes y aunque no es tan conocido entraña más riesgos que el de cáncer de nariz, ya que puede extenderse fácilmente a los ganglios del cuello y producir metástasis.

¿Por qué y quién?

Los principales ‘culpables’ de su aparición son el sol y el tabaco. “Está muy localizado en el labio inferior, el bermellón, porque es dónde más incide el sol, mientras que el labio superior permanece en la sombra” asegura Alberto Conde Taboada, jefe del Servicio de Dermatología de MD Anderson Cancer Center Madrid (Madrid, tel. 912 77 72 20). De hecho, el 95% de los cánceres de labios están localizados en el labio inferior. “También influyen el calor localizado, los tóxicos y el humo persistente del tabaco en el labio, tanto de cigarros normales, como electrónicos, pipas o puros”, asegura el doctor Conde Taboada.

Al igual que el cáncer de piel, necesita unos años para incubarse, por lo que suele dar la cara a partir de los 50 años. “Debido al daño continuado de los rayos UV y la exposición al tabaco, se desarrolla muchos años más tarde. Hay que tener en cuenta que hace 20-25 años no teníamos la cultura y concienciación sobe protección solar que tenemos ahora”, señala este experto.

Aunque es mas frecuente en varones, se piensa que las mujeres se equipararán en unos años, ya que cada vez está más equilibrado el número de mujeres y hombres que fuman: “antes era un gesto más propio del sexo masculino”, apunta el doctor. Y suelen desarrollarlo personas con profesiones que suponen pasar mucho tiempo al aire libre: monitora de navegación, monitora de esquí, profesora de tenis… En general, las personas que llevan 15-20 años expuestas al aire libre y el sol.

¿Cómo detectarlo?

Se trata de una herida, erosión o descamación que cura espontáneamente, pero reaparece enseguida. Se conoce como queilitis actínica y se pasa uno o dos años saliendo y curándose, hasta que se considera una lesión premaligna. “Con los meses se va formando un nódulo o bulto que va creciendo y sangra”, detalla el Dr. Conde Taboada.

¿Qué hacer para prevenirlo?

Puesto que los labios son una de las zonas más sensible de nuestro rostro, debemos extremar las precauciones y más aún en verano. “Es vital usar protección solar. Hay barras de labios y sticks labiales con protección que debemos usar todos los días del año sin excepción y reaplicar cada dos horas. Con un SPF 30 los meses de otoño e invierno sería suficiente, y en verano hay que subirlo a un SPF50”, aconseja el experto.

Según el dermatólogo Carlos Durán: “la piel de los labios se compone de una semimucosa más delgada y sensible que la piel del resto del cuerpo y que está expuesta a diferentes agentes endógenos como la saliva o la toma de medicamentos; y agentes exógenos, como son el sol, el frío, el tabaco, los alimentos y los cosméticos. Todos estos factores condicionan que esta área, tan importante por su función sensitiva y estética, esté predispuesta al desarrollo de patologías como sequedad y agrietamiento, irritaciones, infecciones por hongos, infecciones por virus e incluso el desarrollo de lesiones precancerosas y cáncer de piel”. Este experto recomienda hidratar los labios con frecuencia y evitar humedecerlos con saliva y tirar de las pieles. Además, aconseja renunciar al tabaco y “realizar una dieta rica en frutas y verduras frescas, evitando comidas saladas que pueden agravar el problema de sequedad”.

Precisamente, LETIbalm de LETI Pharma ha lanzado la campaña ‘Que tus labios no te corten el verano’, para concienciar sobre el cuidado de estos. “Además del frío y el viento, hay otros factores que pueden provocar que los labios se sequen y se agrieten como el aire acondicionado, la exposición solar, las actividades en el exterior o la deshidratación”, advierten desde la marca.

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LETI Pharma

LETIbalm Stick Protector Solar (5,50 €), de LETI Pharma. Con filtro solar y activos hidratantes, puede usarse tantas veces como se desee.

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LETI Pharma

LETIbalm Bálsamo Reparador (5,50 €), de LETI Pharma. Para su uso después de la exposición solar. Calma, repara e hidrata.

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Babé

Sitck Labial SPF20 (4,30 €) de Babé. Con manteca de Kokum y aceite de aguacate, además de protección solar.

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Blistex

Ultra 50+ (2,95 €), de Blistex. Con vitaminas C y E, bloquea el 98% de los rayos UVB y también protege frente a la radiación UVA.

Tratamiento quirúrgico

Si el tumor ya se ha instalado no queda otra que pasar por quirófano. “La cirugía consiste en extirpar una cuña del labio que incluye el tumor y todo lo que puede estar invadiendo el tejido en profundidad”, describe el Dr. Conde Taboada. Se realiza con anestesia local, sedación o general, según el caso. Lo cubre la Seguridad Social y tardas una media de 6 a 12 meses en recuperarte completamente. “Si el tumor es pequeño y está muy localizado con la cirugía sería suficiente, pero si es más profundo e invasivo, y existe riesgo de que vuelva a reaparecer, es necesario pautar radioterapia.